Enfermedad que todos conocemos y que tememos, sabemos que el que tiene hepatitis se pone amarillo, que le da fiebre, que orina color oscuro, que evacúa descolorido, que tiene nauseas y que le da asco la comida y llega a vomitar.
Sabemos además que los que tiene hepatitis están un tiempo enfermos, que se curan siempre y que debemos tener precaución no consumiendo alcohol ni medicamentos.
La mayoría de la creencia general es cierta, sin embargo, no todo es así. No es necesario separar para lavar los cubiertos, vasos y platos aparte como tampoco la ropa a menos que el paciente haya evacuado en ella.
Existen varios tipos de hepatitis la A, la B y la C que son las más conocidas sin embargo se han descubierto nuevos tipos y subtipos que llegan a la E y todas son muy parecidas al inicio aunque diferentes en su evolución y complicaciones.
De lo que conocemos la hepatitis A es la más frecuente, con una incidencia de 14 casos/100 000 personas (en países como USA gracias a la vacuna para la Hepatitis A, ha declinado la frecuencia a 1.5/100 mil), tiene un periodo de incubación de 30 días, eliminando virus en heces durante dos semanas antes de presentar el cuadro clínico. En la mayoría de los casos se resuelve al 100% sin complicaciones, no deja secuelas, se transmite a través de la sangre y secreciones, la enfermedad que se caracteriza por fiebre, ictericia (ponerse amarillo) que aparece al mismo tiempo de la fiebre o, a los 10 días del malestar general , con coluria (orina oscura), acolia (heces descoloridas), nauseas, vómito, aversión por el tabaco, dolor en la región derecha y superior del abdomen donde se encuentra el hígado. La transmisión de la enfermedad es fecal-oral, por agua o alimentos contaminados, o en drogadictos que comparten jeringas. En estudios realizados se encuentra que 30% de la población ya padeció la enfermedad.
La ictericia o color amarillo habitualmente sede a las 3 semanas de haber aparecido, los otros síntomas duran menos.
Los casos graves son aquellos que se denominan fulminantes y son ocasionales, en especial en pacientes que cursan con hepatitis C crónica. También existen los casos en los que se complica con una colecistitis aguda y hace que se prolongue y agrave el cuadro clínico.
Las otras hepatitis pueden tener el mismo cuadro clínico, sin embargo, difieren profundamente en el periodo de incubación, la gravedad, la duración, el pronóstico, el tratamiento y las complicaciones.
Se detectan anticuerpos IgM en la primera semana de la enfermedad y duran hasta 6 meses, y los IgG se elevan después del primer mes y duran varios años se usan como marcadores en sangre para definir el hecho de que el paciente tuvo la enfermedad previamente.
En los exámenes de laboratorio se elevan las aminotransferasas o transaminasas, la fosfatasa alcalina, las bilirrubinas predominantemente la directa, sumadas deben estar 3 veces mínimo su cifra normal que es (1 combinando los dos tipos de bilirrubina) para que el paciente este amarillo. El patrón obstructivo con franca elevación de bilirrubina directa es ocasional y se debe diferenciar de otros cuadros obstructivos.
La hepatitis por Cytomegalovirus, la ocasionada por Herpes simple, la secundaria a Mononucleosis, la causada por Leptospira, Sífilis, Brucelosis y Riquettssiosis como la fiebre Q pueden ser muy parecidas y difíciles de diagnosticar.
La mejor forma de prevenir la enfermedad de los 1 a los 40 años es vacunarse. La aplicación de inmunoglobulina para personas en riesgo menores de una año o mayores de 40 es la regla.
Se debe vacunar en especial al personal relacionado con los cuidados de la salud, los homosexuales, los drogadictos, los que padecen hepatitis crónica a los que manejan animales y alimentos.
La hepatitis A no se vuelve crónica en la mayoría de los casos los pacientes se curan en no más de 3 meses.
Recientemente tuvimos una paciente con un cuadro clásico de hepatitis A, con un mes 4 semanas de evolución, que se acompañó de colecistitis pero que tiene marcadores séricos negativos para las hepatitis comunes, A, B y C. Se solicitaron pruebas especiales y se le realizó una biopsia, esperando encontrar el origen para poder establecer el pronóstico.
Mejoraba de manera espontanea con el manejo sintomático de sus molestias, con buena respuesta ya que de 18 de bilirrubina bajó a 12, sin embargo se agudizó la ictericia y el dolor en la zona hepática, durante la toma de biopsia nos pudimos percatar de que cursaba también con colecistitis, motivo de su agravamiento, al quitar la vesícula comenzó e mejorar, aún esperamos resultados de estudios de los tejidos en patología.
La forma de evitar diseminar la enfermedad, es lavarse la manos después de ir al baño, aislar a los enfermos durante la diseminación del virus y estar vacunado.
Bibliografía:
Imágenes extraídas de internet sobre ictericia y coluria.
Papadakis MA. Current Medical Diagnosis and Treatment. Hepatitis A. MacGrawHill.2014
Dr. Alejandro Cárdenas Cejudo
Médico Internista
Presidente de Exercise is Medicine México AC
Hospital Angeles del Pedregal
Consultorio 717 de la Torre Angeles
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