A ti que me escuchas esta mañana en ¡Qué tal, Fernanda! te pregunto: ¿Qué personaje de la política consideras que ha sido el mayor corrupto de la historia en México?
Así como tú, yo también tengo varios nombres en mente. Pero hay uno en especial, uno al que se le adjudica tal cantidad de dinero producto de la corrupción que pudo haber pagado la deuda externa mexicana y que además se considera como el responsable de convertir a la policía capitalina en una de las mayores mafias durante su gestión.
Estoy hablando de Arturo Durazo Moreno, mejor conocido como “El negro Durazo” por sus rasgos físicos de tez morena y cuyo poderío fue producto de su amistad con el ex presidente José López Portillo, quien le garantizó los distintos ascensos en su carrera política.
Compañeros desde la primaria, El negro Durazo defiende a López Portillo en las peleas durante los recreos, pues dicen que Arturo siempre fue muy bueno para los golpes desde niño. Pero algo que siempre le pesó fue su origen de clase baja, por lo que al incorporarse al sector policíaco en su juventud, inician los severos delirios de grandeza.
Y es que el hecho de tener antecedentes penales no impide que José López Portillo lo nombre jefe de la extinta Dirección General de Policía y Tránsito de la Ciudad de México, como una de las primeras decisiones presidenciales para darle a su viejo amigo tanto poder e influencias que muchos llegan a pensar que sería el sucesor en la Presidencia.
Si esto es ya de por sí inimaginable, El negro Durazo también es proclamado General del Ejército, sin haber siquiera marchado en sus filas. En un evento cívico sin precedentes, su amigo Francisco Sahagún Baca -narcotraficante y miembro del servicio secreto- le dice a El negro que fue López Portillo quien le regala el cargo de General de División.
Conocido también como el “Moro de Cumpas” por ser originario de Cumpas, Sonora, Durazo funda la temida Dirección de Investigaciones para la Prevención de la Delincuencia -la DIPD-. Institución donde muchos integrantes son acusados de acciones corruptas e ilícitas como torturas y genocidio.
Por cierto, en la DIPD la esposa de El negro -que le sirve de prestanombres-, también coloca a dos de sus hermanos. Y para tener una idea cercana de lo brutal y corrupta que es esta dependencia, llegó a tales extremos que la corporación desaparece por decreto presidencial en 1983.
Durazo es famoso por sus prácticas de extorsión a sus subalternos, a quienes les exige centenarios de oro a cambio de favores y cuotas por las “mordidas” a los ciudadanos de la capital del país. También se sabe que cobra los salarios de los policías destituidos, pues nunca los da de baja en la nómina y que se roba el material de construcción para obras públicas.
Además de recibir dinero de la delincuencia organizada y de tener fuertes nexos con narcotraficantes, El negro apadrina a Luis Miguel pues es tan poderoso que Raúl Velasco, presionado por el Tigre Azcárraga, presenta al joven cantante en su programa “Siempre en Domingo”.
Pero los nombramientos siguen, porque a mitad del sexenio de José López Portillo ocurre el intento de secuestro de Margarita, hermana del presidente. Durazo es el responsable de frustrar este delito y recibe infinidad de elogios de los medios y personalidades destacadas de la sociedad. De lo que viene su nombramiento como “Doctor Honoris Causa” por el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal.
Aunque no todo fue color de rosa. Durante su gestión, el 14 de enero de 1981 aparecen 12 cadáveres en el emisor central del sistema de drenaje profundo en San José Acoculco, Municipio de Atotonilco de Tula, en Hidalgo. Supuestamente, se trata de una banda de asaltabancos colombianos, pero todos presentan huellas de tortura.
El negro se gana el desprecio de los policías por usarlos como albañiles para construir sus mansiones y de meseros para sus fiestas, mismas que son leyenda por lo fastuosas y donde hace despilfarro de su inmensa fortuna regalando a sus amigos centenarios con una frase grabada que dice: “Del General Arturo Durazo”.
Y llega la crisis de junio de 1981, producto de la baja internacional en los precios del petróleo, la reducción en el consumo, una serie de medidas equivocadas y la desconfianza de los inversionistas en México. Entonces, José López Portillo devalúa el peso y en 1982 nacionaliza la banca. En resumen, el país se encuentra sumido en gravísimos problemas económicos.
Pero El negro sigue ostentando su poder y riqueza, construyendo dos mansiones en las faldas del Ajusco, al sur de la Ciudad de México. Una es un chalet estilo suizo con galgódromo, caballerizas, canchas de tenis, un gran estacionamiento para su colección de autos de lujo y una copia idéntica a la famosa discoteca neoyorquina Studio 54. Que por cierto, la única manera de llegar a esta finca es por helicóptero.
Y la otra construcción es su propio Partenón, copiando al de Atenas. Pero el de Durazo en una playa de Zihuatanejo, resguardado por unas imponentes rejas que pertenecieron al acceso principal del Castillo de Chapultepec. Tal cual, un monumento griego con estatuas de mármol blanco importado, muros de cantera, enormes columnas y pisos de mármol donde se llevaron a cabo orgías.
Sin embargo, dicen que nada es para siempre y a Durazo le llegó su turno cuando en 1982 la campaña de “Renovación Moral” del nuevo presidente Miguel de la Madrid, lo convierte en uno de los personajes afectados por esta depuración.
Viendo que el ex director de Petróleos Mexicanos -Jorge Díaz Serrano- es encarcelado, El negro huye del país, pero el gobierno de Estados Unidos también lo buscaba por narcotráfico y allá sí lo encuentran. De hecho, Durazo es uno de los hombres más buscados por la Interpol y lo detienen el 31 de mayo de 1984 en el aeropuerto de San Juan de Puerto Rico.
Dos años después es deportado a México, donde se le acusa de extorsión, acopio de armas, evasión fiscal, homicidio múltiple y enriquecimiento ilícito. Sus propiedades son aseguradas y permanece 6 años de los 16 que debía cumplir en prisión.
¿Cómo son los últimos días de este hombre que representó la contaminación de la policía, que antes de su llegada era considerada como una de las más honestas y efectivas del país?
Su salud es precaria y radica en Acapulco hasta el 5 de agosto del año 2000, cuando fallece por un paro cardiaco, ocasionado también por el cáncer de colon terminal que le fue diagnosticado. Los restos son trasladados a la Ciudad de México, donde es velado por algunos ex policías y ex funcionarios, entre ellos su fiel amigo José López Portillo.
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Después de escuchar la historia de Durazo en este periodismo de vida, te pregunto:
¿Ha cambiado algo desde aquel sexenio en que El negro se convirtió en el segundo hombre más poderoso de México y en el número uno en riqueza? ¿Puede un solo hombre volver corrupta a una sociedad o es la suma de los que contribuyen a su corrupción?
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