En un nueva escalada de intimidación verbal el embajador de Pyongyang ante la ONU, Kim In Ryong, dijo que la tensión con Estados Unidos crea “una situación peligrosa en la que una guerra termonuclear puede estallar en cualquier momento”. Si Washington opta por una acción militar, estamos preparados para reaccionar a cualquier tipo de conflicto.
Horas antes el vicepresidente Mike Pence, en su visita a Corea del Sur, sostuvo que se dio por terminada la era de la “paciencia estratégica” y anunció que “todas las opciones estaban sobre la mesa”, incluidas acciones militares de castigo como las lanzadas en Siria y Afganistán.
Con la presidencia de Donald Trump, la tensión con el régimen norcoreano se ha posicionado como la mayor amenaza externa para Estados Unidos.
Con información de El País