Marcela Agudelo Botero, académica de la Facultad de Medicina de la UNAM, ha destacado la urgencia de desmitificar que la diabetes tipo II afecta únicamente a adultos mayores. Las cifras actuales muestran que la incidencia, mortalidad y complicaciones asociadas a esta enfermedad están apareciendo cada vez más en personas jóvenes.

Panorama global preocupante

Pese al diseño de políticas públicas y llamados a seguir una vida más sana, en ninguna nación del orbe se ha observado un descenso de la prevalencia de diabetes, comentó Agudelo Botero. El Atlas de la Diabetes de la Federación Internacional de Diabetes proyecta que para 2045, 783 millones de personas vivirán con esta enfermedad, un incremento significativo respecto a los 537 millones registrados en 2021. Esto representa un desafío creciente para los sistemas de salud en todo el mundo.

En México, la situación es alarmante. La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2022 revela que el 18.3% de la población mayor de 20 años vive con diabetes tipo II, lo que equivale a alrededor de 14.6 millones de personas. Esto posiciona al país en el séptimo lugar mundial con mayor número de adultos afectados.

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Factores de riesgo y medidas necesarias

Agudelo Botero señala que el aumento de la prevalencia de diabetes es multifactorial. La urbanización, el envejecimiento de la población, la baja actividad física, junto con el sobrepeso y la obesidad, contribuyen significativamente a este problema. Además, destaca el papel de la alimentación desequilibrada y el alto consumo de productos azucarados y procesados, factores que complican la reversión de esta tendencia.

Para abordar esta crisis, la académica subraya la necesidad de implementar políticas públicas más firmes y efectivas. Estas deben centrarse no solo en el control de la enfermedad, sino también en la prevención mediante cambios culturales que promuevan hábitos de vida más saludables.

Impacto en la salud y síntomas a vigilar

La diabetes tipo II no solo aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas y cerebrovasculares, sino que también se asocia con hígado graso no alcohólico, apnea del sueño, depresión, ciertos tipos de cáncer y demencia. La falta de control de la enfermedad puede llevar a complicaciones severas, como la necesidad de diálisis, lo que representa un costo significativo para los sistemas de salud.

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Agudelo Botero insiste en que es vital que la población esté alerta a los síntomas de la diabetes, ya que esta enfermedad puede ser silenciosa. Los síntomas incluyen manchas oscuras en la piel, sed excesiva, micción frecuente, visión borrosa, hormigueo en extremidades, fatiga persistente, heridas que no sanan, hambre constante y pérdida de peso no intencional.

La profesora concluye que cualquier cambio positivo en los estilos de vida puede tener un impacto significativo en la salud, productividad y bienestar general. Reflexionar sobre nuestras acciones y hábitos es crucial para enfrentar esta creciente amenaza.

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