En un giro sorprendente, Sandra Cuevas, actual alcaldesa de Cuauhtémoc, ha decidido incumplir su promesa previa de retirarse de la política al finalizar su mandato. A pesar de sus declaraciones categóricas de no buscar otro cargo de elección popular, la funcionaria anunció sus intenciones de competir por la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.
Cuevas, quien hace menos de seis meses había afirmado en una entrevista de radio que la política era un «asco» y que prefería dedicarse al trabajo y a dar resultados en lugar de buscar poder o dinero, ahora parece haber cambiado de opinión. En febrero de 2023, declaró: «La política mexicana es un asco. El 80 por ciento se dedica a hacer puro alboroto y chismerío y a mí eso no me gusta; a mí me gusta trabajar, dar resultados».
El anuncio de Cuevas generó reacciones en redes sociales, donde ciudadanos la instaron a cumplir su palabra y renunciar al cargo de manera inmediata. Al respecto, la alcaldesa respondió que prefiere enfocarse en viajar, estudiar y trabajar por el país, en lugar de defender a políticos que ignoran a los ciudadanos. Esta respuesta desató críticas adicionales por lo que algunos consideraron un cambio de postura incoherente.
La noticia llega en un momento en que el panorama político para la elección de la Ciudad de México se está calentando. Cuevas se une a una lista creciente de aspirantes a la candidatura del Frente por México a la CDMX, entre los que destaca Mariana Moguel, hija de Rosario Robles, quien también ha manifestado su intención de competir por la jefatura de Gobierno.
Cabe destacar que Cuevas enfrentará una competencia interna que incluye a otros alcaldes de distintas demarcaciones, como Santiago Taboada y Adrián Ruvalcava. La decisión de Cuevas de entrar en la contienda ha generado debate y análisis en torno a las promesas políticas y la coherencia en el discurso de los aspirantes a puestos de elección popular.