El agente de la policía de Texas, Roy Oliver, se entregó este viernes tras ser acusado de asesinato al disparar contra un adolescente negro que estaba desarmado en un coche.
Oliver, mató el pasado sábado a Jordan Edwards, de 15 años, quien estaba en un coche con dos de sus hermanos después de salir de una fiesta en un barrio mayoritariamente negro e hispano en Balch Springs, un suburbio de Dallas. Edwards, tenía un expediente académico y deportivo ejemplar, murió de un disparo en la cabeza.
La policía asegura que recibió una llamada por altercados en una fiesta y que se oyeron disparos. Cuando se desplazaron a la zona, dos agentes pidieron al vehículo con los adolescentes que se detuviera pero, por motivos que se desconocen, no lo hizo y Oliver decidió abrir fuego.
Con información de El País