Los festejos de decenas de mexicanos afuera de la Embajada de Corea del Sur, enfureció a los vecinos de la calle Virreyes en Lomas de Chapultepec, que tuvieron que soportar a los aficionados que cantaron, bebieron alcohol y hasta se orinaron en sus jardines.
La entrada principal de la sede diplomática en México terminó en malas condiciones, los asistentes, influenciados por las drogas y el alcohol, acabaron en mal estado y ejercieron mal comportamiento.
Uno de los residentes de la calle, indignado por los hechos, no entendía lo que estaba sucediendo en esos momentos. «Ni hemos ganado nada, perdimos. Me tarde horas en llegar a mi casa, todo gracias a estas personas que vienen a beber aquí, que se vayan al Ángel, aquí México no tiene nada que ver», acusó.
De origen español, el afectado, de nombre José María dijo que habló con los otros vecinos, nadie lo podía creer. «En 50 años que llevo en México nunca había visto nada así» dijo indignado, según información de EL UNIVERSAL.