Se llevó a cabo el segundo debate presidencial, esta vez desde las instalaciones de la Universidad Autónomo de Baja California.
Por primera vez en la historia de este tipo de eventos democráticos, fue realizado frente a un público integrado por ciudadanos comunes y corrientes de los cuales, seis, hicieron preguntas a los candidatos.
La temática giró esta vez en torno a los temas de México ante el Mundo y , sobre todo, ante Estados Unidos; migración, relación bilateral, tráfico de drogas, personas y armas, fueron los temas principales que abordaron los candidatos.
Como era de esperar cada uno se mantuvo apegado a las ideas que han manejado en sus campañas y, aunque hubo algunos momentos de confrontaciones, la mayoría del tiempo fue -de nuevo- un monólogo que a veces parecía plagado de buenos deseos.
El primer bloque fue efocado a la relación en particular con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump y la nota la dio Ricardo Anaya quien culpó al gobierno de Enrique Peña Nieto de abrir la puerta al entonces candidato republicano con una invitación que potenció su campaña.
Por su parte Andrés Manuel López Obrador optó por aseverar que la mejor aproximación es desde una autoridad moral ante el mandatario estadounidense, cosa que le causó las críticas de José Antonio Meade quién califico a su partido, Morena, de ser una secta.
El candidato de la coalición “Todos por México” justificó el actuar del gobierno de Peña Nieto diciendo que nadie pensaba en la posible victoria de Trump.
Fue precisamente durante este intercambio cuando Anaya se acercó a López Obrador quien exclamo que “mejor iba a cuidar su cartera” y cruzó sus brazos sobre el pecho en una actitud que las redes sociales no tardaron en transformar en un meme.
Cuando un integrante del público preguntó sobre la disparidad salarios en ambos lados de la frontera, López Obrador manifestó que esa era la única idea con la que estaba de acuerdo con el presidente de Estados Unidos mientras que, en su turno, el Bronco aseveró que él subiría el salario mínimo a 335 pesos.
Durante una de sus réplicas López Obrador dijo tener “algo” para Anaya y, ante las risas de éste (y el olvido del micrófono), presentó un libro en el que tenía como título “Las Mentiras de Anaya”.
Anaya aprovechó su participación para acusar a la gestión de López Obrador de no haber fomentado la inversión y presentó gráficos al respecto; según el candidato de “Por México al Frente” los números del ex alcalde son tan buenos porque metió la venta de Bancomer y Banamex.
En el tema de seguridad fronteriza el Bronco insistió en el tema de castigos severos y volvió a decir aquello de “mochar manos” mientras que Meade leyó un texto con la trascripción de las palabras de una secuestradora que exigía dinero al padre de una víctima y terminó diciendo que eso fue dicho por Nestora Salgado, ahora candidata a Senadora por Morena: “queda en tu conciencia Andrés Manuel” remató el candidato dejandole el texto.
El siguiente intercambio se dio cuando López Obrador habló sobre la construcción de un ferrocarril transístmico a lo cual Anaya le dijo que eran “disparates” debido a que ya existe uno. Ante la insistencia del candidato de Morena de que era muy antiguo, lo volvió a tachar de decir diparates para, en su siguiente intervención, espetarle con un “no te enojes”.
Más adelante, cuando se abordó el tema de la defensa de los derechos de los emigrantes, Anaya sacó a colación el caso de una persona que fue deportada de Estados Unidos con sus cosas en un costal. “¡Carajo!” exclamó para asegurar que va a estar del lado de los emigrantes.
La siguiente confrontación se dio al abordar el tema de los “dreamers”; luego de que Meade asegurara que las deportaciones se incrementaron con el régimen de Barack Obama, Anaya dijo que esa comparación era vergonzosa ya que el problema verdadero comenzó con la invitación de Trump a Los Pinos.
Meade replicó que era más vergonzoso tener a la familia viviendo en Atlanta sin conocer el consulado local y venir a México a pontificar por lo que Anaya dijo que el candidato de “Todos por México” había estudiado en Estados Unidos y que López Obrador tenía a su hijo estudiando en España.
En ese momento el candidato de Morena se lanzó con todo llamando a Anaya “Riqui Riquín Canallin” y aseverando que nada tenía que ver su hijo con la vida en Atlanta. López Obrador extrajo la portada de la revista Proceso de esta semana, con un reportaje en portada sobre Anaya, para decir que el corrupto era “este señor”.
Aunque no tenía tiempo para replicar, Anaya también presentó dos portadas de la misma revista con reportajes sobre López Obrador.
De ahí se pasó al tema de la protección de los mexicanos en el extranjero y ese momento fue aprovechado por el Bronco para meter una situación bastante chusca cuando los incitó a darse un abrazo y además, volvió a sacar el tema de que López Obrador debería de donar su dinero de campaña.
En su siguiente intervención Meade dijo que la razón por la que López Obrador no quería firmar era debido a que es un empresario de la política, con un partido que manejan sus hijos, además de que tenía un médico que “ni Obama”.
A partir de ahí los temas del debate fueron dejados en un segundo plano para concentrarse en ataques y defensa: López Obrador aseveró que él era el de más edad y experiencia, pero, a pesar de que le querían inventar enfermedades dijo que estaba “macaneando”.
El Bronco le dijo que él no era el de más experiencia mientras que Anaya le dijo que el problema no era la edad, si no sus políticas que “son muy viejas”. Por su parte Meade aseveró que López Obrador tenía añoranza por un México en el que nos fue muy mal.
Llegaron los discursos de cierre y cada uno quiso dejar muy en claro su posición:
Anaya se manifestó por la esperanza y dijo que México es más grande de que sus problemas, nombró a varios héroes y aseguró que nuestro país necesita paz, por lo que su propuesta es recuperarla.
Meade fue más lacónico y en pocas palabras dijo “el mejor soy yo” mientrs que López Obrador volvió a su dicho del 2006: “Sonríe, vamos a ganar”.
Por su parte el Bronco pidió a la ciudadanía no permitir que ninguno de los otros tres candidatos llegue a la presidencia y se refirió varias veces a su madre como su “héroe”..