Vladimir Putin, presidente de Rusia, se sumergió este martes en agua helada cumpliendo la tradición ortodoxa para celebrar la Epifanía y el bautismo de Cristo.
Así, luego de despojarse del abrigo y las botas, el jefe del Kremlin, se sumergió en a una temperatura de -20 grados centígrados, en un traje de baño azul. El evento ocurrido en una piscina frente a una gran cruz translúcida y rodeado de nieve fue capatado por la presa.
Haciendo la señal de la cruz de los cristianos ortodoxos, Putin se sumergió tres veces.
El 19 de enero, día de la Epifanía, miles de rusos se sumergen en agujeros excavados en el hielo, en estanques o en ríos, para conmemorar el bautismo de Jesucristo en el río Jordán.