El pasado 6 de junio de 2025, Elon Musk sorprendió al mundo con un mensaje en su cuenta oficial de X (antes Twitter), en el que afirmaba que Donald Trump figura en los archivos no revelados del caso Jeffrey Epstein.
La publicación fue considerada explosiva no solo por su contenido, sino por el momento político en que surgió: en plena carrera electoral de Trump rumbo a 2026.
¿Por qué es relevante esta acusación?
Jeffrey Epstein, el financiero acusado de tráfico sexual de menores, ha sido durante años una figura central en teorías conspirativas y controversias que involucran a poderosos empresarios y políticos. La posible relación entre Trump y Epstein ha sido insinuada antes, pero nunca había sido afirmada tan directamente por una figura pública como Musk.
Elon Musk elimina el mensaje
Tan solo dos días después, el 7 de junio, el mensaje fue eliminado de la cuenta de Musk sin explicación oficial. Diversos medios, como The Guardian y New York Post, reportaron que se trató del primer paso en una posible desescalada de tensiones entre Musk y Trump.
Aun así, el daño estaba hecho: la acusación se viralizó, generó titulares en medios internacionales y reavivó el debate sobre quiénes figuran realmente en los documentos de Epstein que aún no se han hecho públicos.
¿Qué se sabe realmente de los archivos de Epstein?
Hasta la fecha, los documentos oficialmente publicados del caso no incluyen a Donald Trump entre los acusados ni testigos relevantes. Sin embargo, múltiples organizaciones y activistas han solicitado que se haga pública toda la información recolectada por el FBI y la fiscalía en torno a la red de Epstein.
La declaración de Musk, aunque sin evidencia, puso presión pública sobre autoridades judiciales y medios para revelar el contenido completo de los expedientes.
¿Provocación o estrategia?
Varios analistas políticos consideran que el mensaje de Musk pudo ser un intento deliberado de influir en la imagen pública de Trump, quien ha usado su cuenta de Truth Social para atacar repetidamente al empresario.
Otros opinan que se trató de una provocación impulsiva que Musk decidió retirar al medir sus consecuencias legales y políticas.
Aunque Elon Musk eliminó su publicación, el debate sobre las conexiones entre poder, escándalo y encubrimiento sigue más vigente que nunca. Y esta vez, el cruce entre tecnología y política dejó huella en el espacio digital.