En Miami, Estado Unidos, una mujer denunció el supuesto secuestro de su hijo por parte de dos hombres afroamericanos en una carretera al suroeste; sin embargo, se llegó a la conclusión de que ella misma aventó al menor a un canal.
Ángel Rodríguez, vocero de la Policía de Miami, mencionó en principio que dos personas habían obligado a la madre a entregar a su hijo identificado como Alejandro Ripley, de nueve años, quien sufría autismo y no podía hablar.
Pero la historia dio un giro cuando la mujer, Patricia Ripley, se convirtió en la principal sospechosa, luego de detectar una grabación por parte de una cámara de seguridad en la que se mostró que había esperado en su automóvil 15 minutos antes de acudir a presentar su denuncia.
Así, sumado a la poca coherencia en su relato, se reveló un segundo video de seguridad de un complejo residencial en el que vio a la madre aventando lanzando al menor a un canal.
El video permite ver caminando a ambos, de la mano, al borde del canal; segundos después lo acerca a la orilla y en su primera oportunidad lo empuja al agua, para después echarse a correr, mientras el niño intentaba salir. Si bien, regresa acompañada de un hombre sus intentos resultaron en vano.
LAS SIGUIENTES IMÁGENES PUEDEN HERIR SUSCEPTIBILIDADES
La mujer arrestada y detenida, se le acusó de asesinato en primer grado y de asesinato premeditado. Finalmente, Ripley admitió que ella era la culpable de la muerte del niño en un canal y dijo que West Kendall «estará en un lugar mejor».