Este “ejemplar” – no hay otra manera de llamarlo – de hombre, optó por dejar la búsqueda de la mujer ideal y decidió casarse con… una pizza.
Originario de Tomsk, Rusia, decidió casarse con la siempre apetecible comida chatarra, ya que estaba aburrido de la vida de soltero… aunque, le ponía “peros” a cualquier mujer: “el amor entre dos humanos es una cosa muy complicada”, justificó.
¿Su otro argumento? Sí, hay más: “La pizza no te rechazará o traicionará. Hablando franca y sinceramente, me encanta”.
Antes de que te quejes porque en Rusia no se acepta el matrimonio entre parejas del mismo sexo y si con una pizza, tranquilo, las autoridades rusas se negaron a registrar oficialmente el matrimonio; lo mismo que la iglesia, no hubo quien uniera al güero con la de pepperoni.
La boda, ocurrió en casa de la familia de la novia – una pizzería local -, donde chefs y gerente fueron testigos; el local entregó un certificado de la unión en un elegante servilletero.
Con información de Sopitas
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