Adele es conocida por su impresionante voz y también por ser una gran amante de la fiesta. Desde el principio de su carrera ha mostrado su lado más divertido y natural, ganándose así la admiración y simpatía de sus fans. Sin embargo, hace unos meses confesó a Oprah Winfrey que tuvo que alejarse del alcohol y en especial del vino debido a que se había convertido en una rutina tóxica para ella.
A pesar de esta decisión, Adele sigue disfrutando de sus noches de juerga de una manera más saludable. Recientemente, la cantante fue vista pasándoselo en grande en el club Twist de Miami, conocido club gay. Allí, interpretó a pleno pulmón el tema Titanium de David Guetta y Teenage Dream de Katy Perry, contagio su entusiasmo a los asistentes y dejando claro que sabe cómo divertirse sin excesos.
Adele demuestra que se puede disfrutar de la fiesta de una manera sana y responsable. La cantante ha sabido equilibrar su vida personal y profesional, y seguir siendo una de las artistas más queridas y admiradas en todo el mundo.