En esta pandemia, la Iglesia católica y algunos de sus integrantes religiosos han creado mucha polémica con sus declaraciones sobre COVID-19, esta vez fue el turno al obispo de Ciudad Victoria, Antonio González Sánchez, quien se una ‘puntada’ durante el sermón que dio el mero Día del amor y la amistad.
«Deseo fuertemente pronto poderlos ver a ustedes sin esa cosa que traen en su cara, lo deseo fuertemente. Yo sé que es es necesario, lo sé, pero perdónenme lo que voy a decir», dijo a los feligreses, y acá viene lo bueno, pues continuó diciendo: «Sí, dice el dicho que dice Dios: ‘Ayúdate que yo te ayudaré, y me queda muy claro, pero para mí en lo personal, el famoso cubrebocas es no confiar en Dios»…
Mencionó que él de plano no lo usa porque confía en la protección divina. «Como ven mi rostro, casi siempre ando así. No es presunción, es gracias a Dios que ando así porque confío mucho en Dios».
También dijo que extrañaba el olor a la presencia de otras personas, «tristemente mucha gente, muchas personas están llenas de pánico (…) me parece, que el sentir miedo, el estar apanicados, es falta de fe, falta de fe en Dios».