Mientras jugaba con su perro, este joven descubrió por accidente que algo no estaba bien con su cuerpo, pues cuando el can cayó encima de él y golpeó fuertemente en sus testículos, no sintió nada y eso lo alarmó.
“Una vez saltó sobre mí desde la derecha y no sentí ningún dolor»…»y pensé que debería haberme dolido”»…“Pero, no sentí nada”….dijo el joven a medios.
Michael DiZoglio tenía 27 años cuando decidió ir al doctor para que lo checaran, luego de varias pruebas y exámenes médicos, fue diagnosticado con cáncer en los testículos, pero eso no era todo, el mal se había extendido a los pulmones por lo que le administraron quimioterapia.
Hoy, Michael dice que si no detecta el cáncer en ese momento, hoy no estaría vivo para contarlo;»Gracias a Dios fue que tuve cáncer testicular”… ¿Qué tal si hubiera sido el bazo o el hígado? ¡Nunca me hubiera dado cuenta!, dice con tremenda gratitud.