Los novios, más enamorados que nunca, tenían la fecha para unirse en matrimonio, sin embargo, el destino les tenía preparada una sorpresa macabra, pues Kendall, quien trabajaba como bombero, en Indiana, Estados Unidos, perdió la vida el año pasado, luego de accidente automovilístico.
La fecha de la boda entre Jessica Padgett y Kendall Murphy estaba fijada para el pasado 29 de septiembre, así que Jessica, tomó una decisión que nadie esperaba, se puso el vestido blanco que usaría en la boda y se fue directamente a la tumba de su prometido y se realizó una serie de fotos.
La sesión, fue organizada (a petición de la novia), por la madre de Kendall, quien pensó en este detalle tanto para recordar a su hijo como para ayudar a Jessica a sanar.
Estas son las imágenes que han provocado lágrimas en más de una persona.