Don Riccardo Ceccobelli, cura de Italia, se enamoró de una mujer de su localidad, por lo que tomó la decisión de colgar su sotana.
«Amo y respeto a la Iglesia (…) No puedo dejar de ser coherente, transparente y correcto como siempre lo he sido hasta ahora, pero he decidido iniciar los trámites para volver al estado laical porque mi corazón está enamorado», fue la confesión que hizo al final de la misa dominical en la iglesia de San Felice, del poblado de Massa Martana.
«Todos quedamos atónitos». «No lo esperábamos, pero no puedes dominar tu corazón, como dice el refrán, y Don Riccardo demostró ser valiente y franco». «Sin duda, su elección debe haber sido difícil». Fueron algunos de los comentarios de los feligreses del pueblo de Italia de unos 4,000 habitantes.
Por su parte, el obispo el obispo Sigismondi envió un mensaje de agradecimiento al cura: “Agradezco a Riccardo todo el servicio prestado hasta ahora. Y en primer lugar, le envío mis más sinceros deseos para que esa decisión, tomada en plena libertad como él mismo me dijo, le garantice la paz y la serenidad”
Y así, este sacerdote terminó con más de 42 años de vivir dedicado a la Iglesia.