Vamos a terminar de una vez por todas con esto que nos han dicho las mamás y abuelas, desde hace años: que es malo hacer coraje después de haber comido aguacate.
Esa deliciosa fruta (si, es una fruta por si no lo sabías), cuyo nombre viene del náhuatl ahuacatl, y significa testículo. Y para no andar con discusiones entre simples mortales al respecto de sus efectos, es la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, la que pone fin al mito de boca en boca y de generación en generación.
Primero, cuando una persona se enoja, sucede lo siguiente: se libera adrenalina, se dilatan las pupilas, aumenta la frecuencia cardiaca y respiratoria; debido a la adrenalina liberada, se vacía la vesícula biliar, es decir «se derrama la bilis». Así, el estómago, que ya tenía secreción de ácidos, al mantener la bilis, comienza a vomitar.
Y entonces… ¡no importa lo que comas!, lo que sea que hayas comido, si el coraje es fuerte, podría causarte malestares. El aguacate es malo al hacer un coraje, es un mito. ¡Sorry abuelas, sorry mamás!
Igual y ese mito lo inventaron las mamás al ver el precio del aguacate que andaba por las nubes, vayan ustedes a saber…