Para dejar de fumar, hay gente que hace promesas, otros usan parches, pero este compa de Turquía llevó su lucha contra el cigarro al siguiente nivel… ¡se puso una jaula en la cabeza!
Su nombre es İbrahim Yücel, un técnico de 54 años que fumaba dos cajetillas diarias desde hace 26 años. Pero cuando su papá murió de cáncer de pulmón, dijo: “¡Hasta aquí!” y se inventó su propio método radical: una jaula de cobre que literalmente le impide meterse un cigarro a la boca.
Según el hombre, se inspiró en los cascos de motociclistas, y para tal propósito usó 40 metros de alambre para fabricarla. Y para que no hubiera trampas, le puso dos cerraduras y entregó las llaves a su esposa e hija todos los días. Así, aunque le dieran ganas, simplemente no podía fumar.
Obviamente, al principio su familia pensó que se le botó un tornillo, pero al ver que hablaba en serio, decidieron apoyarlo. Eso sí, la jaula le permite comer galletas y tomar agua con un popote, pero un cigarrito… ¡ni pensarlo!
Aunque no se sabe si logró dejar el cigarro para siempre, su historia es un recordatorio de lo difícil que es vencer una adicción… y de lo lejos que algunos están dispuestos a llegar.
¿Y tú qué es lo más drástico que has hecho para dejar un mal hábito?