Hombre mete la cabeza en una jaula para dejar de fumar

Recientes

Ovidio Guzmán, hijo de “El Chapo”, se declara culpable en EU por narcotráfico y crimen organizado

Ovidio Guzmán López, alias “El Ratón”, hijo del exlíder del Cártel de Sinaloa Joaquín “El Chapo” Guzmán, se declaró culpable este viernes de cuatro cargos cr...

Abogados de Alex Marín renuncian al caso y se suspende audiencia por abuso sexual infantil.

El productor de contenido para adultos sigue preso en Puente Grande. Su audiencia fue suspendida tras la renuncia de su equipo legal. La audiencia programada...

Ya es oficial: se presentó el Chocolate del Bienestar.

Un producto orgullosamente mexicano que no solo está sabroso, sino que viene con todo el power de los pueblos originarios. ¿De dónde sale? Del mero Tabasco y...

Gusano barrenador ‘ahorca’ la economía: México pierde 400 mdd por nuevo cierre fronterizo de EU

Un brote localizado en Veracruz volvió a cerrar la frontera con Estados Unidos para la exportación de ganado mexicano, arrastrando pérdidas millonarias y dej...

SCJN permite embargar Afore para pensiones alimenticias: ¿qué significa para ti?

Por primera vez, la Suprema Corte de Justicia de la Nación autoriza que se pueda embargar una cuenta de Afore… pero solo en casos muy específicos. La Primera...

Compartir

Para dejar de fumar, hay gente que hace promesas, otros usan parches, pero este compa de Turquía llevó su lucha contra el cigarro al siguiente nivel… ¡se puso una jaula en la cabeza!

Su nombre es İbrahim Yücel, un técnico de 54 años que fumaba dos cajetillas diarias desde hace 26 años. Pero cuando su papá murió de cáncer de pulmón, dijo: “¡Hasta aquí!” y se inventó su propio método radical: una jaula de cobre que literalmente le impide meterse un cigarro a la boca.

También te puede interesar:  Niño cae a las vías del tren, hombre sale de la nada y lo salva

Según el hombre, se inspiró en los cascos de motociclistas, y para tal propósito usó 40 metros de alambre para fabricarla. Y para que no hubiera trampas, le puso dos cerraduras y entregó las llaves a su esposa e hija todos los días. Así, aunque le dieran ganas, simplemente no podía fumar.

Obviamente, al principio su familia pensó que se le botó un tornillo, pero al ver que hablaba en serio, decidieron apoyarlo. Eso sí, la jaula le permite comer galletas y tomar agua con un popote, pero un cigarrito… ¡ni pensarlo!

También te puede interesar:  Por andar de parranda… ¡Sus amigos le tatuaron unos lentes!

Aunque no se sabe si logró dejar el cigarro para siempre, su historia es un recordatorio de lo difícil que es vencer una adicción… y de lo lejos que algunos están dispuestos a llegar.

¿Y tú qué es lo más drástico que has hecho para dejar un mal hábito?

Comentarios