El asesinato de Rigoberto Martínez Sandoval, entrenador y promotor del deporte infantil entre niños triquis en Oaxaca, ha sacudido a la región y a quienes valoraban su esfuerzo como educador y líder comunitario. Rigoberto, de 34 años y originario de Río Venado, dedicaba su vida a impulsar el deporte como herramienta de superación para la niñez triqui y fue asesinado en Putla de Guerrero, donde también impartía clases en una escuela de preescolar en San José Yosocañu.
Un ataque directo al compromiso social
El Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT) lamentó el crimen y recordó a Rigoberto como un firme defensor de los derechos de los pueblos originarios. De acuerdo con la Coordinadora Contra la Represión y la Justicia (CCRJ), Martínez fue atacado mientras realizaba su labor de promotor deportivo en la Escuela Normal de Putla. Según el informe, los atacantes lo esperaron en las afueras del plantel, y al buscar refugio, fue asesinado en el interior.
Preocupación por el aumento de violencia en la región
Este caso se suma a una serie de homicidios recientes en la comunidad triqui. Apenas la semana pasada, las hermanas Adriana y Virginia Ortiz García, militantes también del MULT, fueron asesinadas. Esta situación ha encendido las alertas y llevó a la organización a pedir la intervención urgente de organismos nacionales e internacionales de derechos humanos, denunciando lo que consideran un patrón de violencia alarmante en contra de la comunidad triqui.
La Fiscalía de Oaxaca inicia investigaciones
La Fiscalía General del Estado de Oaxaca informó que ha comenzado las investigaciones sobre el asesinato de Martínez Sandoval y desplegó un equipo para recabar pruebas en el lugar de los hechos. La Fiscalía destacó que seguirá con las indagatorias hasta dar con los responsables de este crimen que ha dejado un vacío en la vida de muchas familias y alumnos triquis.
«¡Ya basta de asesinatos!» clama la comunidad triqui
El MULT emitió un comunicado condenando el asesinato y reclamando al Gobierno del Estado que frene la violencia. “¡Ya basta de asesinatos contra los hermanos triquis!” clamaron en su mensaje, llamando a las autoridades a poner fin a lo que consideran un “baño de sangre” que afecta a una comunidad profundamente comprometida con sus derechos y cultura.