Creo que después de un “De la mente de M. Night Shyamalan”, una de las peores etiquetas que se le pueden asignar a una película es la de “La esperada precuela”. Simple y sencillamente están esperando que el público invierta grandes dosis de buena voluntad para aceptar el producto en cuestión, que generalmente ha sido comisionado por ejecutivos de estudios cinematográficos ansiosos de extraer unos centavos más de una popular franquicia.
Por fortuna la película que nos ocupa no califica necesariamente como una precuela, en el sentido estricto de la narrativa. ‘Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos’ (Fantastic Beasts and Where to Find Them, d. David Yates) es una historia situada en el universo mágico que la autora británica J.K. Rowling ideó para contar la historia de Harry Potter, pero no esperes ver al popular mago en esta cinta, ni en ninguna de la que les siga. Estas historias pertenecen a otra época, y aunque algunos nombres te serán familiares, la intención es que la trama se sostenga por mérito propio.
La acción no se sitúa en Inglaterra, así nada más de entrada. Nos encontramos en el Nueva York de 1926, en el apogeo de una década decadente y optimista, donde la propia urbe es un cúmulo de maravillas para propios y extraños. Uno de estos extraños es un tímido visitante del Reino Unido, Newt Scamander (Eddie Redmayne), quien llega a América cargando una vapuleada maleta que encierra algo más que unas mudas de ropa.
Scamander es, de hecho, un “magizoólogo”, encargado de estudiar y catalogar especies mágicas en su tierra natal. Sin embargo, su misión en Nueva York es capturar algunas de estas criaturas y conservarlas dentro de la mencionada maleta, pero una desafortunada confusión le hace cambiar de equipaje con un ser humano común y corriente llamado Jacob Kowalski (Dan Fogler). A raíz del equívoco, una gran variedad de estas erráticas bestias son liberadas en la metrópoli, así que el atribulado Newt tendrá que echar mano de ingenio y recursos para recuperarlas sin que ocasionen grandes problemas.
Es obvio que eso último resultará casi imposible, pues Estados Unidos se encuentra marcadamente dividido (¡Hey, coincidencia!) a raíz de las tensas relaciones entre seres mágicos y “no mágicos” (lo que los ingleses denominan “Muggles”). Un grupo denominado como los “ex Salemitas” se opone a la presencia de magos y brujas en el país, así que los ánimos están caldeados y la presencia de Newt en territorio estadounidense, con la subsecuente búsqueda y captura de bestias sin control, termina llamando la atención del Auror Percival Graves (Colin Farrell) y de una empleada del Consejo Mágico llamada Porpentina Goldstein (Katherine Waterston), quien entablará una curiosa relación con el recién llegado.
El director Yates tiene cierta libertad en el sentido de no tener que ceñirse tan celosamente a una obra escrita, pues esta historia va más allá del “manual escolar” que constituyó la versión impresa. No, “Animales Fantásticos…” es más un punto de partida para la diversidad de historias que se contarán en un lapso de 5 películas, de acuerdo a los estudios. Queda claro que el plan de negocios no es ambiguo en absoluto.
Sin embargo, ese sería el punto débil de la película: algunas escenas muy bien logradas, que se pierden un poco en un sinfín de presentaciones de seres, lugares, hilos argumentales y referencias al rumbo futuro de esta franquicia. Los apasionados de la obra escrita de J.K. Rowling reconocerán la mayor parte de estos guiños, pero me parece que quienes no estén familiarizados con el canon no lo pasarán tan bien.
En resumen, ¿vale la pena esta precuela que no es en realidad una precuela? Ciertamente. Este universo de ficción presume múltiples riquezas, que aquí son ofrecidas sin ton ni son. Las criaturas del título imponen respeto, al igual que las magníficas actuaciones del elenco, así que me parece que la misión fue más que cumplida.
‘Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos’ no es una película impecable (siendo honestos, ninguna de Harry Potter aspira a tanto), pero es un buen punto de partida. Y en una época en que la reinvención anda de capa caída, hay que cederle el beneficio de la duda a quien fue capaz de reivindicar la magia sin demeritar el producto original (¿oíste, George Lucas?).
Síganme en TWITTER (@FinisimaPersona)
Y escúchenme en Junkie.mx/ff