¿Te suena familiar el término: “enjambre sísmico”? – Durante los últimos meses se ha estado utilizando con frecuencia en México dicho término, sin embargo, estos enjambres sísmicos son más comunes de lo que parece y solo nos dejamos llevar por lo “escandaloso” que resulta el término junto la palabra “sismo”.
Para comenzar, un enjambre sísmico es cuando en corto tiempo ocurre una serie de sismos con epicentros cercanos y magnitudes relativamente similares. Ocurren tanto entre los límites de placas tectónicas, fallas dentro de la corteza continental y volcanes (son más comunes).
Que ocurra un enjambre sísmico no quiere decir que habrá un sismo de mayor magnitud. Hay enjambres sísmicos que sí detonan un evento mayor pero por lo general simplemente ocurren y desaparece la sismicidad con el tiempo; si ocurre un sismo de mayor magnitud, todos los sismos del enjambre serían precursores y solo se puede categorizar así hasta que ocurre.
Ejemplos de que enjambres no detonan un sismo de mayor magnitud:
6 de Octubre de 2013 – El Servicio Sismológico Nacional reportó una secuencia de sismos en donde la mayor magnitud de estos fue de 5.0 con epicentro a 22 km al sur de Coyuca de Benítez, muy cerca de Acapulco, Guerrero. Se registraron un total de 28 sismos en un lapso menor a 6 horas y no ocurrió un sismo mayor por esta actividad tomando en cuenta que este enjambre ocurrió en la Brecha de Guerrero.
25 al 28 de marzo de 2016 – El Servicio Sismológico Nacional reportó un enjambre sísmico con 48 eventos en el Mar de Cortés. El sismo de mayor magnitud fue de 5.3 ocurrido el día 27 de marzo. La actividad sísmica cesó a los pocos días.
26 y 27 de abril de 2016 – El Servicio Sismológico Nacional reportó un enjambre sísmico con 36 eventos con epicentros frente las costas de Michoacán. El sismo de mayor magnitud fue de 4.9, ocurrido el día 26 de abril. Después de estos sismos cesó la actividad en la zona.
Estos sismos reviven el mito de “muchos sismos liberan energía”. Para que se cumpla esta premisa deben ser miles o incluso decenas de miles para que así ocurra. Ejemplo:
Para que se libere la misma energía de un sismo como el del 19 de septiembre de 1985, de magnitud 8.1, se necesitarían: 354,813sismos de magnitud 4.4, o también, 177 sismos de 6.6. Esto ocurre porque por cada aumento de una unidad en magnitud se libera 31.6 veces más energía.
Desde mayo se han registrado al menos 145 sismos, de acuerdo al catálogo de sismos del Servicio Sismológico Nacional, con epicentros a más de 100 kilómetros de las costas de Jalisco y Colima. El de mayor magnitud ocurrió la mañana del 7 de junio con una magnitud de 6.1 el cual, por su lejanía, fue sentido por muy pocas personas y con intensidades débiles.
El origen en específico de estos sismos se debe a la interacción entre las placas de Rivera, Cocos y Pacífico. En estos sismos, las placas involucradas (Rivera vs. Cocos) se desplazan de forma lateral (se mueven paralelamente una respecto a la otra de forma horizontal) y sin importar su magnitud, no generan tsunami al no existir un desplazamiento vertical del fondo oceánico que pueda desplazar columnas de agua verticalmente.
Toda esta actividad es común, se libera tensión de la corteza acumulada por decenas a cientos de años. Recordemos que ahora la tecnología nos ayuda a detectar sismos que antes desconocíamos al instrumentar nuevas zonas y que las redes sociales difunden con mayor rapidez cualquier tipo de información.
Este video explica la mecánica de los sismos que ocurren en el Mar de Cortés y que aplica también para los sismos frente las costas de Jalisco y Colima:
Este video explica la mecánica de los sismos que ocurren en gran parte del Pacífico mexicano como en la Brecha de Guerrero y donde, si son de mayor magnitud (+7.5), sí generan tsunami:
Alvaro Velasco
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