Si es usted una persona sana no se obsesione con la sal, no debe cortar el consumo de sal solamente porque es una recomendación general, este producto es indispensable para estar bien, mantener la presión arterial y sentirse con energía en el transcurso del día.
Estudios realizados en adultos mayores con cuestionarios de sus consumos de alimentos por 10 años, determinaron primero quienes consumían menos de 1.5 mg al día, 1.5 mg/día, o más de 2.6 mg/ día.
El grupo estudiado fue de entre 71-80 años, se hizo un seguimiento durante varios años. Encontraron que no había diferencia entre quienes consumían más de 2.6 g/día y los que consumían menos de esta cantidad con relación al desarrollo de enfermedades del corazón, insuficiencia cardíaca o la muerte.
Las recomendaciones en la cantidad de sal a consumir hecha por organizaciones como el Departamento de Salud y el Servicios Humanitarios de USA, así como las hechas en las Guías de alimentos para USA mencionan menos de 2.3 g/día (una cucharada chica contiene 5.5 mg.)
El Dr. Steven Nissen Director del Departamento de Medicina Cardiovascular de Cleveland Clinic comenta que si una persona está sana NO TIENE PORQUE RESTRINGIR EL CONSUMO DE SAL EN SU DIETA, ya que este elemento no lo dañará y si permitirá su funcionamiento normal, equilibrado a nivel celular y metabólico.
La sal es el electrolito más abundante en la sangre, ayuda a mantener la capacidad de la sangre de conservarse en el interior de los vasos sanguíneos (impide la salida de agua fuera de los vasos sanguíneos, interviene en la actividad eléctrica de todo el organismo, equilibra la carga dentro de las células contra la externa en la sangre, ayuda a que la presión arterial sea estable, ayuda a la actividad eléctrica del cerebro y su potencial de membrana para los intercambios de iones de un lado al otro (dentro y fuera de las neuronas), la sal participa en el equilibrio ácido base, facilita la función del corazón de los riñones).
En un estudio realizado en la Universidad de Emory se concluyó que «No hay pruebas de que la sal sea tan dañina como muchas personas han sugerido,» dice el Dr. Nissen.
Aunque el estudio no es definitivo, el Dr. Nissen dice, «varios estudios recientes parecen indicar que en las personas sanas, la medida de restringir el consumo de sal no es necesaria.”
El estudio también indica que los adultos mayores sanos, no van a vivir más tiempo o evitar un ataque al corazón por el consumo de una dieta baja en sal.
Algunas personas, sin embargo, necesitan controlar su consumo de sal, dice el doctor Nissen. Por ejemplo, si usted tiene presión arterial alta o esta está en el límite de lo normal, o si tiene insuficiencia cardíaca congestiva, desde luego que una dieta baja en sal debe ser parte de su plan general de salud. Se recomienda la dieta DASH, que es baja en sal y grasa total de los productos animales y rica en frutas, verduras y productos lácteos bajos en grasa.
«La investigación apoya que la dieta DASH baja la presión arterial, por lo que es claramente una intervención que vale la pena considerar para estos pacientes», dice el doctor Nissen.
La limitación del consumo de sal se dirige a personas mayores de 51 años con Diabetes, Hipertensión Arterial, Enfermedad Crónica del Riñón, Etnia Africana o afroamericana.
Si usted tiene condiciones médicas como las anteriormente mencionadas, una dieta alta en sal podría poner en mayor riesgo de enfermedad cardiovascular o insuficiencia cardíaca a su persona.
Asegúrese de hablar con su médico y siga las recomendaciones con apego.
Para reducir la sal en su dieta:
- Elija carnes frescas, frutas y verduras.
- No agregue sal a los alimentos antes o después de la cocción.
- Evitar los alimentos salados como tocino, salchichas, carnes frías, queso, galletas, patatas fritas y alimentos envasados preparados.
- Al leer las etiquetas, busque «bajo en sodio» o «sin sal».
- Busque niveles de menos de 140 mg / ración.
- Cuando se selecciona de platos congelados o envasados, elegir aquellos con menos de 600 mg de sodio por porción.
- Utilice con moderación aderezos para ensaladas y condimentos – tales como salsas, encurtidos, aceitunas, mostaza, kétchup, ya que son altos en sodio.
- Cuando coma fuera, solicite que su alimento sea preparado sin sal.
En la Universidad de Emory concluyen que faltan más estudios y evidencias contundentes, antes de cambiar las recomendaciones diarias de sodio actuales para los adultos mayores, o la población adulta en general.
Sin embargo los hallazgos hasta ahora marcan una tendencia a conservar consumos menores de 2.3 mg/día de sal si se es sano y menor de 1.5 mg/día si se padece de alguna de las enfermedades mencionadas.
La cantidad de sodio en su dieta es sólo una pieza de un complejo rompecabezas dice. Centrándose en la sal no es la respuesta a la prevención de las enfermedades del corazón, hay que considerar el ejercicio, los niveles de colesterol, la regulación del peso y los antecedentes familiares, la etnia y los hábitos personales.
Dr. Alejandro Cárdenas Cejudo
Médico Internista
Presidente de Ejercicio es Medicina en México AC
Expresidente del Colegio de Medicina Interna
Member of the ISIM
Fellow of the American College of Physicians