El Partido Humanista, ha elegido al activista Marco Rascón como su candidato a la gubernatura de la capital. Es más reconocido por su álter ego, Superbarrio Gómez, un personaje enmascarado: “Soy parte de una generación que luchó durante muchos años por cambiar las cosas”, dijo Rascón a través de un comunicado.
Superbarrio Gómez fue creado por la Asamblea de Barrios de la Ciudad de México a mediados de los ochenta. Una de sus funciones principales fue promover la reconstrucción de viviendas tras el devastador sismo de 1985 en la Ciudad de México y representar a sus damnificados.
Gómez hizo conciencia en las garantías no solo de cada uno, sino el derecho a la ciudad, y para ello animó a pensar en la urbe como una tarea colectiva y solidaria.
“Superbarrio no podría coexistir con el oficialismo, el corporativismo y la corrupción”, afirma en su columna de La Jornada, haciendo referencia al gobierno de Carlos Salinas, quien venció a Cárdenas en la elección presidencial tras una recordada sospechosa falla técnica en el sistema de conteo de votos.
Una década después, en 1996, el activista llevó a su personaje más allá de las fronteras de México cuando realizó una campaña paródica como candidato a la presidencia de Estados Unidos, apoyado por el lingüista y escritor Noam Chomsky.
Desde 2016 se unió al Partido Humanista y poco después ha abandonado la máscara y la capa, pero no su ambición política. A finales del pasado enero, el activista anunció su precandidatura al gobierno de la Ciudad de México. Una vez confirmado como candidato, Superbarrio tiene pocas posibilidades de ganar, pues se enfrenta a dos fuertes candidatas de izquierda: Alejandra Barrales, por la alianza PAN-PRD-Movimiento Ciudadano y a Claudia Sheinbaum, candidata de Morena y hasta ahora con una gran ventaja en las encuestas.
Con información de El País