Esta madrugada, Emilio Lozoya, exdirector de Petróleos Mexicano (Pemex) llegó a México, en calidad de extraditado, para afrontar acusaciones de corrupción y lavado de dinero, que podrían afectar al expresidente Enrique Peña y otros líderes del gobierno anterior.
Su llegada al Aeropuerto Internacional de Ciudad de México se registró a las 00:43 horas de este viernes.
El exfuncionario, arrestado en Málaga en febrero y que llegó a la Ciudad de México en horas de la madrugada procedente de Madrid abordo de una aeronave del Estado mexicano, es acusado por la fiscalía por su presunta participación en un esquema de sobornos y lavado de dinero.
Imágenes de televisión de medios locales mostraron el momento en que aterrizó el avión en el aeropuerto Benito Juárez de la capital para luego dirigirse al hangar de la Fiscalía General de la República.
Una primera audiencia podría llevarse a cabo el viernes en el Reclusorio Norte de la capital mexicana, dijo a Reuters una fuente judicial. «Es una audiencia inicial donde se le harán saber los delitos que se le imputan», dijo la fuente.
El exejecutivo, de 45 años, tuvo alguna vez un prometedor futuro en la política mexicana y fue mencionado como posible canciller de México.
Lozoya es señalado de haber recibido sobornos de la siderúrgica Altos Hornos de México (AHMSA) para que Pemex concretara la compra irregular de plantas de fertilizantes calificadas como «chatarra». Además, habría recibido millones de dólares de la brasileña Odebrecht para la campaña que llevó a Peña a la presidencia del país en 2012.
Los abogados del exjefe de Pemex han dicho que actuó bajo las órdenes de Peña, quien a su vez ha rechazado haber actuado mal.
Información de Reuters