La actriz y cantante francesa Brigitte Bardot falleció este domingo a los 91 años, dejando una huella profunda en la historia del cine, la moda y la cultura popular del siglo XX. Considerada uno de los grandes símbolos de la cinematografía europea, Bardot marcó una época con su presencia en pantalla y su influencia más allá del ámbito artístico.
Nacida en París en 1934, Brigitte Bardot inició su carrera como bailarina y modelo antes de convertirse en una de las actrices más reconocidas de Francia durante las décadas de 1950 y 1960. Su proyección internacional llegó con películas que rompieron esquemas de la época, consolidándola como una figura central del cine moderno y un referente de libertad expresiva y estilo.
A lo largo de su trayectoria participó en más de 40 películas, además de grabar diversos álbumes musicales que ampliaron su impacto cultural. Su imagen se convirtió en sinónimo de una nueva feminidad en el cine, influyendo en generaciones de artistas, diseñadores y cineastas.
En 1973, Bardot decidió retirarse de la actuación en el punto más alto de su popularidad. Desde entonces, dedicó su vida principalmente a la defensa de los derechos de los animales, causa que se convirtió en el eje central de su actividad pública durante las últimas décadas.
La muerte de Brigitte Bardot representa el cierre de un capítulo fundamental en la historia del cine europeo. Su legado permanece como el de una figura que transformó la manera de entender la imagen femenina en la pantalla y cuyo impacto trascendió fronteras, idiomas y generaciones.

