El caso de una madre que inyectó cloro y jabón a su pequeña bebé porque ‘no podía amarla’ causó controversia en Estambul, Turquía, ya que la Policía había investigado a la mujer en dos ocasiones, pero en ambas fue liberada, lo que permitió que continuara torturándola.
La acusada, identificada como Elif, vivía con su esposo y sus tres hijos en el distrito Avcilar, y fue sospechosa de maltrato infantil por primera vez cuando la víctima, Eylul Miray, comenzó a enfermarse.
De acuerdo con las investigaciones, el padre llevó a la niña al hospital luego de que presentara sangrado en las orejas y el ombligo, además de tener moretones en todo el cuerpo.
Pese a los esfuerzos de los médicos, la condición de la bebé, de solo nueve meses, se deterioró, por lo que fue trasladada en ambulancia al Hospital de la Facultad de Medicina de la Universidad de Estambul.
Después de diagnosticarle fracturas en el cráneo fracturado, rasguños y moretones en todo el cuerpo, los especialistas contactaron a la Policía, pues sospechaban que se trataba de un caso de abuso.
Por primera vez, Elif fue arrestada e interrogada, pero fue liberada porque convenció a los agentes de su inocencia; sin embargo, la salud de Eylul Miray siguió deteriorándose y nuevamente ingresó al hospital en agosto del año pasado.
Elif nuevamente llamó la atención de las autoridades, pero no fue hasta que la bebé fue internada por tercera vez, que los médicos determinaron negarle el acceso a su hija, lo que permitió constatar que ella era quien la agredía, pues la menor comenzó a recuperarse.
Finalmente, el pasado 15 de febrero, Elif se entregó a la Policía e hizo una confesión completa, pues ya no podía con el cargo de conciencia.
Ante el tribunal, Elif justificó el maltrato de su pequeña porque ‘no podía amarla’:
«No podía amar a mi hija, no podía acurrucarme con ella. Decidí torturarla”.
La mujer detalló las terribles cosas que le hizo a la bebé, a quien inyectó cloro y jabón desde que tenía solo un mes de edad:
«Desde que tenía un mes de edad le inyecté cloro y jabón líquido en las orejas, la nariz y el ombligo hasta que comenzó a sangrar”.
Con información de Mirror, The Sun y Hürriet Daily News