Harry, nieto de la reina Isabel II, y Meghan Markle, su esposa, quienes viven en Estados Unidos (EU), debían participar en un evento caritativo en Londres el jueves por la noche, pero lo cancelaron para viajar a Escocia y ver a la reina, quien está bajo supervisión médica.
Este mañana, se ha dado a conocer en un comunicado, publicado por el Palacio de Buckingham, que los médicos de la reina Isabel II están «preocupados por la salud de su majestad y han recomendado que permanezca bajo supervisión médica».
Así, más miembros de la familia real británica están de camino al castillo de Balmoral para permanecer con la reina, ante el empeoramiento de su salud.