El presidente brasileño Jair Bolsonaro, quien está hospitalizado y en tratamiento por una obstrucción intestinal vinculada a un apuñalamiento en 2018, dijo el viernes que espera volver «pronto» a la acción.
Bolsonaro fue internado el miércoles, cuando viajó de Brasilia a Sao Paulo para recibir un tratamiento relacionado con las complicaciones del ataque con un cuchillo de hace casi tres años. Después de las preocupaciones iniciales de que requería una cirugía de emergencia, los médicos han dicho que está mejorando y que una operación es improbable.
El viernes por la mañana, Bolsonaro tuiteó una foto en la que se lo ve con el rostro adusto, caminando por un pasillo del hospital con un goteo conectado al cuello.
«¡Pronto de vuelta en acción, si Dios quiere!», escribió. «¡Hemos hecho mucho, pero todavía tenemos mucho que hacer por nuestro Brasil!».
Sus médicos dijeron en un comunicado el viernes que el presidente se estaba recuperando, pero no dieron una fecha para su alta del hospital.
El columnista del diario O Globo, Lauro Jardim, escribió el viernes que Bolsonaro había pasado bien la noche y que ahora comenzaría una dieta líquida.
Bolsonaro ha enfrentado varios problemas de salud durante su presidencia, principalmente derivados de complicaciones tras sufrir una perforación del intestino cuando fue apuñalado en la campaña electoral en 2018. También estuvo enfermo de COVID-19 el año pasado.
Bolsonaro se encuentra en un momento político difícil, ya que el Senado investiga un escándalo de corrupción por la compra de vacunas contra el coronavirus y se enfrenta a las críticas por su gestión de la pandemia mientras el COVID-19 ha dejado cerca de 540.000 muertos en Brasil, el segundo país del mundo con mayor número de decesos, por detrás de Estados Unidos.
Información de Reuters