Israel bombardeó Gaza el lunes desde el aire y militantes palestinos lanzaron cohetes contra ciudades israelíes, pese a los esfuerzos de diplomáticos estadounidenses y de la región, que hasta ahora no han logrado detener más de una semana de combates mortales.
Los ataques con misiles de Israel contra el densamente poblado enclave palestino causaron la muerte a un alto comandante de la Yihad Islámica y dejaron un cráter en un edificio de oficinas de siete pisos que, según el Ejército israelí, usaba el grupo islamista Hamás, que gobierna Gaza.
«La instrucción es seguir atacando objetivos terroristas», dijo el primer ministro Benjamín Netanyahu.
El brazo armado de Hamás prometió más cohetes en respuesta: «El criminal enemigo sionista intensificó sus bombardeos contra casas y apartamentos residenciales en las últimas horas, y por lo tanto, le advertimos que si no lo detiene inmediatamente, reanudaremos el lanzamiento de cohetes contra Tel Aviv», dijo el portavoz Abu Ubaida.
Las descargas de cohetes, algunas de ellas lanzadas en respuesta al asesinato de Hussam Abu Harbeed, de la Yihad Islámica, hicieron que los israelíes corrieran a los refugios antiaéreos. Una sinagoga fue alcanzada en Ashkelon y un edificio de apartamentos en Ashdod.
Las autoridades sanitarias de Gaza cifraron en al menos 212 el número de muertos palestinos desde que estallaron las hostilidades la semana pasada, entre ellos 61 niños y 36 mujeres. En Israel han muerto diez personas, entre ellas dos niños.
El ejército israelí dijo que los militantes habían disparado unos 3.350 cohetes desde Gaza, y que los ataques aéreos y de artillería israelíes habían matado al menos a 130 combatientes palestinos.
En un momento en que las hostilidades regionales más feroces de los últimos años no dan señales de remitir, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, instó a todas las partes a proteger a los civiles. Israel tiene derecho a defenderse, dijo Blinken, pero añadió que no había visto ninguna prueba de que Hamás estaba operando desde un edificio que albergaba medios de comunicación -incluida la agencia estadounidense Associated Press- y que fue destruido en un ataque con misiles israelíes el fin de semana.
A última hora del lunes, Hamás negó que tuviera oficinas en el edificio, conocido como Al Jala: «Se trata de acusaciones falsas y de un intento de justificar el crimen de atacar una torre civil», dijo el portavoz de Hamás, Fawzi Barhoum, en un comunicado.
Blinken y otros funcionarios estadounidenses hicieron llamadas a Egipto, Jordania y Emiratos Árabes Unidos el lunes, y un enviado de Estados Unidos a la región se reunió con el presidente palestino Mahmoud Abbas.
Egipto y los mediadores de la ONU también intensificaron los esfuerzos diplomáticos, mientras que la Asamblea General de la ONU se reunirá para discutir la violencia el jueves.
A pesar de la oleada de mediación de Estados Unidos, el gobierno estadounidense aprobó la posible venta de 735 millones de dólares en armas de precisión a Israel, y fuentes del Congreso dijeron el lunes que no se esperaba que los legisladores estadounidenses se opusieran al negocio.
Información de Reuters