Las víctimas fatales por la explosión ocurrida el martes en el mercado de San Pablo ascendió a 33; 8 son menores de edad, siete niños y una niña, informaron autoridades mexiquenses. De todos ellos, sólo 19 han sido identificados, ya que los restos están calcinados o muy dañados, por lo que se requieren análisis de genética. Además, 45 de los 58 lesionados continúan hospitalizados y 13 ya fueron dados de alta.
El fiscal general de Justicia del estado de México, Alejandro Jaime Gómez Sánchez, afirmó que para obtener material genético de los cuerpos calcinados será necesario limpiar, descalcificar y purificar muestras, lo que puede tardar algunos días o semanas.
Por su parte, el secretario de Salud mexiquense, César Gómez Monje, detalló que de las 46 personas aún hospitalizadas, cinco están en riesgo de muerte y el resto presentan quemaduras de diverso grado y torceduras, entre otras lesiones.
Expertos en siniestros, química, genética, explosivos, criminalística y fotografía, así como valuadores de bienes, realizaron varios recorridos en las 4.5 hectáreas donde operaba el tianguis de pirotecnia.
Con información de La Jornada