La actriz de “Game of Thrones” Emilia Clarke reveló que sufrió dos aneurismas cerebrales durante sus primeros años en la exitosa serie de televisión, que la dejaron convencida de que moriría.
Clarke, de 32 años y quien interpreta a la Madre de los Dragones Daenerys Targaryen en la serie de fantasía medieval, habló de sus dos experiencias con la muerte por primera vez en un ensayo personal que escribió para la revista The New Yorker.
Su ensayo fue publicado antes de la muy esperada temporada final de “Game of Thrones”, que cuenta con muchos seguidores y se estrena en la cadena HBO el 14 de abril.
La actriz británica dijo que su primer aneurisma cerebral ocurrió a principios de 2011, cuando tenía 24 años y poco después de que terminara de filmar la primera temporada de “Game of Thrones”. El segundo ocurrió en 2013, después de que terminara de filmar la temporada 3.
Un aneurisma cerebral es una protuberancia en un vaso sanguíneo que puede resultar fatal si revienta.
“Justo cuando todos los sueños de mi infancia parecían hacerse realidad, casi pierdo mi mente y luego mi vida”, escribió Clarke en el ensayo, titulado “Batalla por mi vida”.
La actriz se sometió a una cirugía cerebral que la dejó con afasia, una condición que afecta a las personas que han sufrido un trauma cerebral y que las deja con problemas de habla.
“Pude ver mi vida hacia delante y no valía la pena vivirla”, escribió Clarke. “Soy una actriz; necesito recordar mis frases. Ahora no puedo recordar mi nombre”, agregó.
Cuando volvió a filmar la temporada 2 del programa, Clarke dijo que a menudo estaba tan aturdida y débil que temía morir. Llegó a tomar un poco de morfina para poder hacer entrevistas con la prensa.
En 2013, una segunda cirugía más extensa resultó en una estadía hospitalaria de un mes marcada por ataques de pánico y pérdida de esperanza. “Recuerdo que estaba convencida de que no iba a vivir”, escribió.
Clarke dijo que ahora está completamente sana y que había decidido dedicarse a SameYou, una organización benéfica para sobrevivientes de lesiones cerebrales que ayudó a desarrollar.
“Estoy muy feliz de estar aquí para ver el final de esta historia y el comienzo de lo que sea que venga después”, concluyó.
Con información de Reuters