Al término de esta semana, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, cuenta con un proceso de destitución presentado por un grupo de diputados del Congreso de Brasil, lo que la obliga a enfrentar dicho proceso por un plazo definido de diez sesiones del congreso.
La prontitud de esta destitución gira en torno al reciente nombramiento de Lula da Silva como Ministro de la Casa Civil de Brasil, acción que se presume, Rousseff realizó para cubrir con fuero al expresidente.
Con información de El País
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