Un episodio racista se vivió el martes alrededor de las 7:30 horas cuando tres británicos de 20, 18 y 16 años atacaron a Juan Jasso, de 38 años ex jugador de Rugby, nacido en Brownsville Texas de padres mexicanos, en un tren urbano. Los jóvenes intercambiaron palabras con Juan y luego comenzaron a decirle: «Cállate. Te voy a matar. Bájate del tren. Bájate del tren ahora. No hables mierda cuando no eres ni siquiera de Inglaterra, pequeño inmigrante de mierda». Amenazaron con deportarlo y lo llamaron “muppet” en referencia a una persona “ignorante” y “fea”.
Por su parte Jasso, se mostró tranquilo y respondió: “Usted es extremadamente ignorante y poco inteligente ¿Qué edad tienes, 18,19? Yo llevo aquí más tiempo que tú», les dijo, pero siguieron llamándolo “sucio inmigrante”.
“Son unos desgraciados. Una absoluta vergüenza para Inglaterra”, le gritó otra mujer a los racistas, quienes alzaban la voz: “Inmigrantes. Hay que deportarlos”.
Hay quienes creen que este tipo de ataques han aumentado luego de la votación a favor de Brexit. En entrevista para el canal 4 británico Jasso dijo. “También creo que este resultado ha permitido a la gente a justificar de alguna manera que es correcto ahora actuar de estas maneras. Lo cual, evidentemente está mal”.
Por su parte, la Organización de Naciones Unidas (ONU) “urge a las autoridades británicas el actuar para detener estos ataques xenófobos”.
La ONG “Tell mama» que atiende casos de racismo publicó este miércoles que los crímenes anti-musulmanes crecieron 326 por ciento en 2015.
Además, el Consejo Nacional de Jefes de Policías, órgano oficial del gobierno británico, reconoció que en cuatro días los crímenes racistas han incrementado un 57 por ciento.
Aunque Cameron no dio fechas ni cifras, dijo que el Ministro del Interior ejecutará un nuevo “plan de acción nacional” con tres objetivos inmediatos: detener los crímenes de odio, motivar a las víctimas a reportar ofensas racistas y proveer seguridad a instituciones y grupos vulnerables, preciso la encargada de ejecutar este plan, Karen Bradley.
En otros casos resonantes, el martes pasado lanzaron una bomba molotov contra una carnicería “Halal” de Birmingham, intentando herir musulmanes. La diputada y activista pro inmigrantes Jo Cox fue asesinada por un supremacista blanco hace dos semanas y padre e hijo en West Ham, Londres, fueron sumamente golpeados por ser “polacos”.
El odio y el temor parecen resurgir en la sociedad inglesa.
Con información de Excélsior