Samsung tuvo que retirar su más reciente versión de teléfono inteligente cuando el aparato comenzó a explotar por causa de una falla en el diseño de su batería. Ahora la empresa anunció el retiro de 2.8 millones de lavadoras por el riesgo de que al soltarse la tapa en pleno uso pudiera causar lesiones al usuario.
La compañía que había perdido ya 30% en el valor de sus acciones con el incidente del teléfono, tendrá que aguantar otro embate con el reciente anuncio. Sin embargo, el hecho de que la empresa esté haciendo frente técnica y económicamente a las fallas compensando totalmente a sus clientes es una oportunidad para generar lealtad de marca. De lo perdido, lo rescatado es ganancia.