En esta ocasión queridos lectores y amantes de la moda, haré una pequeña serie de cuatro artículos en los cuales me acompañarán a descubrir que tendencias llegarán a las calles el año entrante haciendo una especie de “Código Da Vinci de la moda” siguiendo pistas que nos revelarán que la moda es experimento, diversión y expresión.
En el marco de el mes de la moda masculina y cerrando el primer fashion week con London Collections Men, la calle nos empieza a dar chispazos de lo que puede suceder en el mundo de la moda.
Es indudable que nosotros, los mortales, somos la materia prima en cuanto a creación de tendencias e inspiración directa de las mismas y por eso es que el ahora tan famoso “street style” o el estilo en la calle es piedra fundamental en cualquier empresa de Forecasting o de previsión tendencias.
Este interesantísimo estudio podemos decir que inició desde el momento en que se inventa la cámara y el hombre buscaba documentar lo que lo rodeaba incluyendo sin querer, la moda. No es hasta principios de este milenio que esta práctica se lleva a nivel profesional para identificar movimientos sociales, políticos y económicos como influyen en nuestra forma de vestir.
Por ejemplo, no es raro que en este instante esté “de moda el camuflaje”; sólo es cosa de voltear a ver cuantos conflictos bélicos hay alrededor del mundo en este momento para entenderlo, o porqué regresamos a ciertas épocas teniendo “revivals” como el actual regreso de los 70 que no solo trae nostalgia de la época si no mensajes de paz, amor, unión y hermandad tan presentes en ese entonces. En el caso de la reaparición de los 90 es un recordatorio de lo básico, la antitendencia y el revolucionario grunge que pretendía ir contra la producción en masa (por más contradictorio que suene).
Entonces si la moda es un reflejo del sentir de la sociedad, esta tiene mucho que decir y el “street style” de esta primera semana de la moda nos empieza a dar pistas.
Comenzamos en Londres y como buenos inventores del traje masculino no puede faltar la sastrería impecable inglesa, en combinaciones perfectas y tradicionales con toques de modernidad pero sobrios al mismo tiempo.
El traje de tres piezas que renovó el italiano el inglés lo porta en combinaciones monocromáticas y se atreve hasta proponerlo con jeans, eso si el denim tiene que ser de la mejor calidad.
En el caso de los más jóvenes y arriesgados, retoman las raíces culturales de los 50 haciendo aparición de peinados y hasta sastrería inspiración directa de los Teddy Boys, blazers con líneas de gis maxi, lentes tipo weayfarers y hasta copetes caídos dan este tan característico look, y que mejor que en sus versiones skinny y slim fit.
El gunge se mezcla con la prenda de la temporada: la souvenir jacket para generar chamarras de cuero, universitarias o denim pero en lugar de dragones orientales ahora son textos en tintes punk y hippie los que protagonizan las espaldas.
Coach sigue en su muy acertada reinvención trayendo a iconos como Mickey junto a graffitis para una versión ultra urbana de la marca atrayendo a un mercado más joven, “trendy” y arriesgado que si nos fijamos bien pareciera que le estamos coqueteando a los 80 y su rock glam.
Y como base seguimos viendo que “Chaos Magic” (o la macro tendencia del Caos,) sigue presente en las posibles propuestas, pues los gráficos reinan las calles en todas sus versiones, colores y texturas y como bien lo dicta esta “macro” mezclando patrones entre si generando looks “viciados” pero equilibrados al mismo tiempo.
Con esto ya tenemos una parte de este intrincado y chic rompecabezas, habrá que ver que propuestas nos están preparando las calles de París, Milán y NY y alistar nuestros looks para el año que sigue.
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