Como Stan Lee propone en X-men, sobre humanos mutantes con algunas capacidades extraordinarias y puramente de ciencia ficción, la naturaleza nos trae sorpresas de la capacidad única de algunos seres humanos de percibir cosas o hacer cosas que todos los demás no podemos, y se convierte en un motivo para mayor investigación y la consecuente creación de nuevo conocimiento, ciencia.
En la naturaleza, los seres con capacidad de visión tienen potencial monocromático (un color), bicromático (como los perros), tricomático (como los humanos y la mayoría de mamíferos), tetracromático (como algunos peces y aves), pentacromático y hasta dodecacromático como cierta especie de camarón.
La retina humana tiene dos tipos de células. Los conos, que perciben la luz ambiental en el día con tres estirpes de neurona: S, M y L que perciben los colores en gradientes. La imagenes viajan por el nervio óptico hasta la corteza occipital donde se procesan, así, las hacemos conscientes y casi de la nada se produce el milagro de la visión.
Los genes de las opsinas (proteínas) que codifican para que percibamos el espectro de luz visible se manifiestan por duplicado en el cromosoma X. Las mujeres, como sabemos, poseen dos cromosomas X y los hombres un cromosoma X y un cromosoma Y. Así que únicamente las mujeres que posean dos cromosomas X que codifiquen diferente para sus proteínas visuales, pueden tener la capacidad de visión tetracromática; un canal adicional de percepción al color. Esto significa que una persona normal puede distinguir un gradiente de hasta un millón de colores, y un tetracrómata tiene la capacidad potencial de distinguir, hasta cien millones de colores. Lo que, a mí por lo menos, me parece inimaginable.
Concetta Antico es una pintora de origen italiano que vive en la ciudad de San Diego, California. Y por el peculiar colorido de sus pinturas, algún cliente le sugirió que investigara sobre la posibilidad de ser tetracrómata. Fue a la Universidad de California en Irvine, y el resultado genético salió positivo. Es decir, es tetracrómata.
El tetracrómata ve los colores con mayor intensidad y con un mayor gradiente. El caso de Concetta es peculiar porque es capaz de reflejar en sus pinturas su particular visión del mundo, tratando de imitar en el lienzo las cosas tal cual las mira. En la imagen vemos cómo la corteza del árbol tiene colores violetas, rosas y azules, y el cielo de fondo no solo es un azul monocromático, sino un gradiente de azules, amarillos y verdes.
Por las tardes durante la penumbra, nuestra visión del color disminuye dramáticamente y los bastones nos dan imágenes en escala de grises. En el caso de Concetta, ella puede percibir colores de gran intensidad.
Se cree que 2 a 3% de las mujeres en el mundo pueden tener este particular súper poder visual. Así que, si tienes dificultad para elegir colores en la ropa, en la pintura de tu casa, o sientes que el colorido de las rosas es variado y para ti el cielo es de colores abigarrados, pon mucha atención, porque podrías tener tetracromatismo, que te convertiría, como lo dice Stan Lee, en un súper humano.