Situado en la costa oriental de la bahía de Nápoles en Italia, es uno de los volcanes más conocidos en el mundo por la historia de la destrucción durante la erupción del año 79 d. C., de antiguas ciudades del imperio romano como Pompeya y Herculano.
De acuerdo al Observatorio Vesubiano, que es el encargado del monitoreo de la actividad del Vesubio, el nombre correcto de este volcán es Somma-Vesubio, esto es porque el actual cono volcánico se encuentra dentro de una caldera, es decir, dentro de los remanentes de un antiguo volcán llamado Somma, el cual fue destruido durante una erupción aproximadamente hace 18,300 años.
El Vesubio es un estratovolcán o volcán compuesto de 1281 m s.n.m. con una edad aproximada de de 400 mil años; sus lavas son andesita – dacita de acuerdo al contenido de sílice por lo que son lavas viscosas con alto contenido de gas y por lo tanto explosivas (similar a las del Popocatépetl y Volcán de Colima).
Estudios realizados en el Vesubio han demostrado que ha tenido diversas explosiones, incluso más grandes que la del año 79. Durante los últimos ocho mil años hasta la fecha, han ocurrido al menos tres grandes erupciones Plinianas y dos erupciones Subplinianas. La última erupción ocurrió en 1944 en plena segunda guerra mundial.
La gran erupción del 24 de agosto del año 79
Es una de las erupciones volcánicas más famosas en todo el mundo donde las ciudades de Pompeya, Herculano, Oplontis y Estibia fueron borradas del mapa. En aquél entonces se estima que la población en las laderas del volcán era de 25 mil personas, la mayoría de ellas no pudieron escapar.
Plinio el Joven, describió la erupción del Vesubio al narrar la muerte de su tío, Plinio el Viejo. Estos son fragmentos de su epístola.
(…) Estaba en Miseno y presidía el mando de la flota. El día 24 de agosto en torno a las 13 horas mi madre le indica que se divisa una nube de un tamaño y una forma inusual (…)
(…) Una nube (no estaba claro de qué monte venía según se la veía de lejos; sólo luego se supo que había sido del Vesubio) estaba surgiendo. No se parecía por su forma a ningún otro árbol que no fuera un pino (…)
(…) caía ceniza en las naves, cuanto más se acercaban, más caliente y más densa; ya hasta piedras pómez y negras, quemadas y rotas por el fuego; ya un repentino bajo fondo y la playa inaccesible por el desplome del monte (…)
(…) el monte Vesubio por muchos lugares resplandecían llamaradas anchísimas y elevadas deflagraciones, cuyo resplandor y luminosidad se acentuaba por las tinieblas de la noche (…)
(…) los aposentos oscilaban con frecuentes y amplios temblores y parecía que sacados de sus cimientos iban y volvían unas veces a un lado y otras a otro (…)
(…) cuando volvió la luz (era el tercer día, contando desde el que había visto por última vez) se halló su cuerpo intacto, sin heridas y cubierto tal y como se había vestido. El aspecto era más parecido a una persona dormida que a un cadáver (…)
Lo que Plinio el joven describía, eran fuertes sismos de origen volcánico, sismos volcanotectónicos, tremor que anunciaba el ascenso de magma y grandes explosiones con columnas eruptivas mayores a 20 km de altura de larga duración que finalmente colapsaban por su peso produciendo flujos piroclásticos. Estas son las características de una gran erupción Pliniana recibiendo este nombre gracias a la descripción precisamente de Plinio.
Esta animación es la más apegada a la realidad de acuerdo a las descripciones históricas y datos científicos:
Una de las erupciones más espectaculares, y relativamente recientes, ocurrió en 1779 con una gran fuente de lava que brotó de la cima hasta llegar a varios kilómetros de altura. La última erupción del Vesubio ocurrió en 1944 produciendo flujos de lava que llegaron hasta ciudades como San Sebastián y, ocasionalmente, columnas eruptivas alcanzando una altura de 5 kilómetros.
Actualmente, el Vesubio sigue siendo un volcán activo con sismicidad local frecuente y ocasionales fumarolas; cientos de visitantes acuden cada día hasta la cima del volcán aprovechando que duerme tranquilamente (por ahora). Dada su actividad histórica y que alrededor de este volcán habitan más de 3 millones de personas, sigue siendo uno de los volcanes más peligrosos del mundo.
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Referencias:
Observatorio Vesubiano
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