Jalpan se encuentra en el corazón de la Sierra Gorda de Querétaro.
Nombrado como Pueblo Mágico desde el año 2010, este poblado posee una exuberante riqueza natural que le ha otorgado el nombramiento de la Reserva de la Biosfera más ecodiversa de todo México.
Y si de creaciones humanas se trata, está el legado de San Junípero Serra, con su arte barroco en las Misiones Franciscanas declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en el año 2003.
Pero tampoco podemos olvidar la Presa Jalpan, que desde 2004 ingresó a la lista de Sitios Ramsar por ser un humedal importantísimo para la llegada de aves migratorias.
Es en este pueblo mágico, desde donde hoy transmitimos ¡Qué tal, Fernanda!, que nace una de las muchas leyendas de Querétaro y que tiene que ver con una campana encantada…
Cuentan los pobladores de Concá, un poblado a unos 36 kilómetros de aquí, que la campana de Jalpan es fabricada a finales del siglo 18 en una provincia de España con el oro y la plata que extraían de tierras mexicanas.
Los sonidos de esta campana resultan ser tan armónicos y dulces, que el rey manda colocarla en la torre de la Catedral de Madrid, donde permanece por muchos años.
Pero un 15 de septiembre de 1810, la campana comienza a repicar sola, de repente y sin que nadie mueva un dedo. Sólo que esta vez el sonido es tan fuerte y alegre que llama la atención de todos los madrileños que viven cerca de la catedral.
A partir de esta fecha, el sonido de la campana se escucha algunos días con júbilo y otros sumamente triste. Dejando a todos desconcertados porque no hay una razón aparente para estos cambios.
La duda desaparece cuando un navío español llega de México para informar sobre la lucha de Independencia que ha comenzado en la Nueva España.
Las fechas que dan los marineros coinciden con los cambios de tañido en la campana. Los días que suena alegre, son los días en que los españoles pierden una batalla.
Al enterarse de esto, el rey ordena que rellenen el interior de la campana para que el badajo no choque con las paredes y no vuelva a sonar. Pero ni con esta medida consiguen que deje de repicar.
Hartos de escucharla sonar jubilosa y sabiendo que en la Nueva España sus compatriotas están perdiendo una batalla, los españoles embarcan la campana y la arrojan en medio del océano.
Pero la campana cobra vida y vuela hasta caer frente al templo de Concá, en tierras mexicanas. Los pobladores que la ven tirada en el suelo, la suben al campanario donde es admirada por todos los vecinos.
En el año 1940, don Gregorio Olvera pide prestada la campana para que repique en Jalpan con motivo de las fiestas de la Independencia, pero se le olvida devolverla y de repente pierde toda su sonoridad. Hasta que un día desaparece de Jalpan.
Misteriosamente, la campana aparece en Concá repicando como siempre.
Al enterarse de esto, don Gregorio intenta llevársela de nuevo. Pero la campana se resiste y se va sumiendo en la tierra cada vez que intentan moverla.
Los habitantes de Concá aseguran que la campana está encantada y que sólo los niños pueden sacarla y trasladarla a Jalpan. Lo cual en efecto sucede.
Una vez colocada en el campanario de Jalpan, nuevamente pierde su sonido y regresa volando a Concá a los pocos días.
Los adultos piden ayuda otra vez a los niños para regresarla a Jalpan y advierten a la campana que si vuelve a escapar la fundirán.
Desde entonces, no se ha movido, pero tampoco volvió a repicar.
Sin embargo, los habitantes de Jalpan dicen que sólo aquellos verdaderamente patriotas e incorruptos pueden escuchar el 15 de septiembre su hermoso sonido.
En este periodismo de vida te cuento la famosa leyenda de la campana, parte de este folclor mexicano que nutre la fantasía y el encanto de los pueblos mágicos como Jalpan.
Hoy transmitimos desde este maravilloso lugar, ubicado a 200 kilómetros de la Ciudad de Querétaro.
Jalpan es la entrada a la ruta de las misiones queretanas, en las que encuentras cinco templos distribuidos a lo largo de la sierra. El primer templo está dedicado al apóstol Santiago, símbolo de la defensa de la fe.
En este templo, localizado en el centro de Jalpan, puedes apreciar su fachada de cantera con decoraciones florales en tono amarillo, resaltando las esculturas de santos y símbolos religiosos, como San Francisco y Santo Domingo.
En la puerta se ven las imágenes de San Pedro y San Pablo. Además, en la parte inferior de la fachada hay águilas que hacen referencia al símbolo nacional.
Cuando andes por aquí, no olvides visitar otros edificios coloniales de gran belleza, como la oficina de correos y el Museo Histórico de la Sierra Gorda, que antes albergó el Fuerte de Jalpan.
También puedes visitar la zona arqueológica de Tancama, que se trata de un asentamiento prehispánico de la Cultura Huasteca, con tres plazas en desnivel que simulan la forma de un cerro y donde se hallaron entierros en las pirámides con un carácter ceremonial y astronómico.
En Jalpan y sus municipios vecinos se encuentra una red de albergues ecoturísticos que recorren la Reserva de la Biosfera de la Sierra Gorda, para aquellos que disfrutan de los paisajes de montaña, ríos y valles de un verde intenso como sólo aquí pueden apreciar.
Además de estos albergues, hay hoteles con todas las comodidades de un pueblo mágico, tiendas de artesanías de palma, talabartería y bordados.
Y para los que nos gusta la gastronomía tradicional, no se pueden perder los platillos con nopales, las acamayas, el zacahuil, la cecina y los dulces regionales.
Ya se acerca la fiesta religiosa más grande dedicada al Santo Niño de Jalpan, a la que vienen miles de peregrinos cada año en el mes de enero. Otra oportunidad para venir y conocer este increíble lugar.
Así que te invito a que te des una vuelta por este bello pueblo mágico y disfrutes de todo lo que tienen para ti.