En las últimas 3 semanas, 733 extranjeros de distintas nacionalidades que intentaron cruzar la frontera norte de nuestro país fueron rescatados en Tamaulipas y puestos a disposición del Instituto Nacional de Migración.
Guatemaltecos, hondureños, salvadoreños y nicaragüenses hoy están solicitando refugio y visa humanitaria en México, ya que fueron víctimas de ilícitos de los llamados “polleros” que cobran hasta 5 mil dólares con la promesa de llevarlos a Estados Unidos.
Durante 2017, los 22 Grupos Beta de Protección al Migrante atendieron a 136 mil 63 migrantes en territorio nacional. Entre ellos, rescató 2 mil 712 víctimas de la delincuencia, localizó a 44 reportados como extraviados y brindó ayuda humanitaria a 91 mil 294 personas.
En un balance global que abarca de 2013 a 2017, el Instituto Nacional de Migración entregó un total de 551 mil 959 tarjetas de identificación a migrantes provenientes de Centro y Sudamérica.
Recordemos que los Grupos Beta se encuentran ubicados en Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Tamaulipas, Veracruz, Oaxaca, Tabasco y Chiapas. Estos grupos están formados por elementos de los tres niveles de gobierno y su objetivo en las principales rutas de tránsito de migrantes es proporcionar rescate, salvamento, ayuda humanitaria y asesoría legal.
El Instituto Nacional de Migración ha dado facilidades amplias a ciudadanos de Guatemala y Belice para la emisión de las Tarjetas de Visitante Regional y de Visitante Trabajador Fronterizo, que les permiten ingresar y permanecer en México conforme a una temporalidad. Además de las Tarjetas de Visitante por Razones Humanitarias.
Sin embargo, en el mejor de los casos, los migrantes que llegan con estas tarjetas a México para trabajar o como visitantes no experimentan el infierno que viven los otros migrantes que se quedan en territorio mexicano por intentos frustrados de cruzar a Estados Unidos.
¿Qué pasa con aquellos que logran obtener una tarjeta por razones humanitarias? Hablo de los migrantes que consiguen asilo después de sufrir a manos de la delincuencia robos, maltrato físico, violaciones y hasta su incorporación a los cárteles de narcotraficantes.
La historia de Narcio es sólo un ejemplo de las cientos de voces que se escuchan a diario en los operativos del Instituto Nacional de Migración, y que afortunadamente son rescatados con vida.
Narcio es originario de Guatemala y fue uno de los 293 migrantes centroamericanos deportados a diario en la frontera sur mexicana en el año 2016, específicamente en el Suchiate, municipio de la región del Soconusco en Chiapas.
Porque para los mexicanos el reto de cruzar ilegalmente a Estados Unidos se encuentra en el norte, pero para Centro y Sudamérica existen dos fronteras que tienen que sortear. Narcio consigue en su tercer intento llegar hasta Tamaulipas, pero no logra su objetivo de pisar suelo norteamericano.
Igual que muchos migrantes, Narcio fue víctima del crimen organizado. Con años de esfuerzo y préstamos de amigos y familiares pudo juntar los 5 mil dólares que le pidieron los “polleros” para llevarlo a Estados Unidos. Claro, además de lo que le costó cruzar la frontera mexicana en Chiapas.
Parte de la promesa de aquel sueño americano es una nueva garantía que atrae cada vez más a un mayor número de migrantes: no se expondrán al peligro de “La Bestia”, como se le conoce a la red de ferrocarriles de carga que une las fronteras sur y norte de México. Para ellos ahora existe un nuevo camino por tierra, escondidos en un tráiler.
Una situación que despierta varias dudas sobre la participación de las autoridades en estas redes de “polleros”, puesto que son varios retenes los que tiene que cruzar un camión antes de llegar a Tamaulipas y que se suman a los que existen en los estados fronterizos.
El año pasado, uno de los tantos operativos logra descubrir el tráiler donde viaja Narciso con otros centroamericanos, quienes son abandonados por los “polleros” sin ninguna contemplación en medio del desierto cuando era inminente su captura.
Al igual que muchos de sus compañeros de viaje que logran quedarse en México de manera ilegal, Narciso intenta cruzar la frontera con Estados Unidos en 2 ocasiones, pero la falta de dinero y la infinidad de estafadores que logra observar en sus primeras dos semanas en Tamaulipas lo desalientan.
Finalmente, Narciso consigue un trabajo fijo y en menos de 2 años junta lo necesario para montar su propia verdulería y traer a su familia de Guatemala. El sueño americano se transformó en el sueño mexicano, olvidando por completo la idea de cruzar a Estados Unidos, pues ahora Narciso quiere comprar un terreno en México y quedarse a vivir aquí.
En este periodismo de vida, te conté la historia de Narciso, como ejemplo de los pocos casos que encuentran en México un lugar para sobrevivir después de ver frustrados sus intentos de llegar a Estados Unidos a través de nuestras fronteras.
Pero son muchos, miles de migrantes los que no tienen tanta suerte y en ocasiones lo único que encuentran es la muerte en manos de estos delincuentes que los dejan morir a mitad del camino o por la manera en que los intentan cruzar al país vecino.
Tan sólo esta semana el Instituto Nacional de Migración encontró en Veracruz a 40 hondureños escondidos en un camión de carga, con signos de asfixia y deshidratación. Y no hablo de sólo adultos, también había 7 niños entre los migrantes que estuvieron a punto de morir en esta zona de Papaloapan donde las temperaturas son extremas.
También, la Procuraduría General de la República descubrió a 41 centroamericanos en la parte trasera de un tractocamión, en la carretera Villahermosa-Cárdenas, en Tabasco. Viajaban 10 niños con ellos, en condiciones inhumanas.
Y en Tamaulipas, la Marina reportó el hallazgo de 43 migrantes de Honduras, Guatemala y Nicaragua, además de uno de Oaxaca, en una casa de seguridad fronteriza de Matamoros, donde esperaban para ser llevados a Estados Unidos.
Es alarmante cómo crece el número de migrantes y las consecuencias que esto tiene para México, porque también hay que tomar en cuenta que los estados fronterizos sufren una sobrepoblación donde hay aumento de la delincuencia, narcotráfico, corrupción y explotación de mujeres.
A ti que me escuchas esta mañana en ¡Qué tal, Fernanda! y que vives en los estados fronterizos de la República Mexicana o que conoces alguna historia de migrantes, escríbeme a las redes sociales de QTF y comparte con todos estas historias, estos casos que a veces son historias de éxito, pero también ejemplos sobre los peligros que los migrantes sufren.