Existe un refrán que dice “dime qué has leído y te diré quién eres” y no está muy alejado de la realidad.
Hay personas que aseguran que para conocer a una mujer sólo tienes que ver el contenido de su bolso y sabrás todo de ella.
Pero en la extensa lista de mujeres que dejaron una huella imborrable en el mundo, hay una que además de cosméticos también guardaba libros en su bolso.
Confirmando con esto que los estereotipos de la belleza femenina no tienen nada qué ver con la falta de cultura e inteligencia, como injusta y erróneamente se descalifica a muchas mujeres en ciertas culturas y círculos machistas.
Norma Jean, mejor conocida por su nombre artístico “Marilyn Monroe” atesoró en su biblioteca personal más de 400 libros de diversos y muy exquisitos autores.
La cara más conocida de la industria cinematográfica, también poseía un hábito constante de lectura. Y esto es algo muy fácil de comprobar si revisamos las miles de fotografías de la actriz en su casa o descansando durante alguna filmación.
¿Qué tienen de particular estas fotos que no son posadas? Que Marilyn aparece con un libro en las manos, como el Ulises de James Joyce o algún libro de poesía de Walt Whitman.
La casa de subastas Christie’s realizó una subasta en el año 2014 de la biblioteca que dejó Marilyn tras su muerte.
En ese momento, los curadores se llevan una gran sorpresa al encontrarse con un catálogo de obras y autores para los más finos gustos literarios.
La lista incluye poetas españoles como Rafael Alberti y Federico García Lorca. También un ejemplar de El Principito, de Antoine de Saint Exupéry, que la misma Marilyn le obsequió a Joe Dimaggio.
Entre los clásicos encuentran libros de Aristóteles y Platón. Además de una gran selección de cuentos y obras de Oscar Wilde. Entre los autores rusos a Dostoievski, Tolstói, Chéjov y Pushkin.
Y de Francia hay una selección de Proust, Zola, Albert Camus, Alejandro Dumas, Stendhal y Colette.
Tal vez los títulos que más asombran son clásicos La muerte en Venecia de Thomas Mann y La última tentación de Cristo de Nikos Kazantzakis, junto con versos de Edgar Allan Poe y William Blake.
De teatro también se encontraron grandes nombres como O’Neill, Tennessee Williams, Bernard Shaw y Molière. Curiosamente, no hayan ninguna obra de su último esposo Arthur Miller.
Por último, Marilyn también atesoró el trabajo de escritores de su tiempo, como Hemingway, Scott Fitzgerald, Dorothy Parker y Carson McCullers.
Caferino Carrión, dueño del restaurante La Scala donde Marilyn comía a diario, es conocido por ser quien lleva la cena a casa de la estrella el 4 de agosto de 1962, noche en que se suicida.
Carrión cuenta en varias entrevistas que Marilyn leía mucho mientras comía y hablaba con él de sus pintores españoles favoritos: Velázquez, Goya y Picasso.
En este periodismo de vida, te cuento uno de los aspectos menos conocidos de una gran estrella admirada por su belleza como Marilyn Monroe, pero que también cultivó uno de los hábitos con más beneficios que existen: la lectura.
Así rompemos el mito de que Marilyn no era inteligente. Al contrario, precisamente por esa costumbre de leer, y leer libros maravillosos, es que en realidad Marilyn fue una mujer sumamente culta y preparada.
Frente a esta necesidad de fomentar la lectura en México es que se realizan ferias, remates, presentaciones y ventas especiales de libros durante todo el año.
Sin embargo, el INEGI publicó este año que las mujeres mexicanas leen en promedio 3.6 libros al año y los hombres 4.3 ejemplares.
Según un estudio del Pew Research Center en 2016, México está en el lugar 25 de los países que más leen, con un promedio de 5 horas y media a la semana.
Aunque este lugar no es muy alentador, es una realidad que gracias a las plataformas digitales como blogs y libros en línea, los mexicanos hemos incrementado el hábito de la lectura.
Además de enriquecer nuestro acervo cultural, la lectura es saludable en muchos sentidos.
Un equipo de neurobiólogos de la Universidad de Stanford demostró que leer por placer incrementa el flujo sanguíneo y la oxigenación en diversas zonas cerebrales.
Y la Universidad de Liverpool publicó una investigación que comprueba que adentrarse y “clavarse” en la lectura de clásicos como Oscar Wilde, William Shakespeare, Victor Hugo, Miguel de Cervantes y Jane Austen, tiene el mismo efecto que una terapia que estimula el cerebro y mejora el estado de ánimo.
De hecho, se ha demostrado que la literatura clásica es más efectiva que los libros de reflexión y autoayuda.
Pero eso no es todo. El hábito de la lectura también es un factor determinante a la hora de conquistar. La revista científica Neurology publicó un artículo afirmando que las personas que tienen el hábito de la lectura resultan más atractivas en las citas con fines románticos.
Así que por donde se vea, leer siempre tendrá una infinidad de beneficios para todos.
En este periodismo de vida, hoy te pregunto: ¿Cuántos libros lees al año? ¿Qué libro es el que más te ha gustado y por qué?
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