A ti que me escuchas esta mañana en ¡Qué tal, Fernanda! te pregunto: ¿Sabes cuántas personas en México tienen algún tipo de discapacidad?
Según el Censo de Población del INEGI en el año 2000, 2.3 millones de habitantes en la República Mexicana tenía alguna discapacidad física o mental. Para el Censo de 2010, esta cifra aumentó un 150% con 5.7 millones de personas con una discapacidad.
¿Pero qué crees? La Organización Mundial de la Salud -OMS- señaló en 2014 que el 14% de los mexicanos integraban este sector de la población con alguna discapacidad. Es decir, el equivalente a 16.5 millones de personas en ese entonces.
Esto representa una diferencia abismal, lo que nos lleva a preguntarnos si en realidad pudo triplicarse el porcentaje publicado por el INEGI o si por alguna razón se ha pretendido minimizar el tema de la discapacidad en México.
Lo cierto es que la desnutrición, la falta de información, las malas condiciones sanitarias de vivienda y los problemas de salud durante el embarazo son parte de las condiciones que no permiten una adecuada prevención, diagnóstico y tratamiento de los problemas que originan malformaciones y discapacidad en los recién nacidos.
Pero antes de seguir, es importante dejar claro a qué nos referimos con discapacidad. De acuerdo con la Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud, presentado en el año 2001:
“Las personas con discapacidad son aquellas que tienen una o más deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales y que al interactuar con distintos ambientes del entorno social pueden impedir su participación plena y efectiva en igualdad de condiciones a los demás.”
Entre las discapacidades más comunes encontramos:
La motriz, que se refiere a la dificultad de una persona para moverse, caminar, desplazarse o subir escaleras debido a la falta de toda o una parte de las piernas; incluye también a quienes teniendo piernas no pueden moverlas o presentan restricciones para moverse, de tal forma que necesitan ayuda de otras personas, silla de ruedas o algún otro aparato, como andadera o pierna artificial.
La visual, que incluye la pérdida total de la vista en uno o ambos ojos, así como a los débiles visuales y a los que aun usando lentes no pueden ver bien por lo avanzado de sus problemas de vista.
La mental, que abarca cualquier problema de tipo mental como retraso, alteraciones de la conducta o del comportamiento.
La auditiva, que incluye a las personas que no pueden oír, así como aquellas que presentan dificultad para escuchar o debilidad auditiva, en uno o ambos oídos, a las que aun usando aparato auditivo tiene dificultad para escuchar debido a lo avanzado de su problema.
La de lenguaje o comunicación, que se refiere a los problemas para comunicarse con los demás, debido a limitaciones para hablar o porque no pueden platicar o conversar de forma comprensible.
La de atención y aprendizaje, conformada por limitaciones o dificultades para aprender una nueva tarea o para poner atención por determinado tiempo, así como limitaciones para recordar información o actividades que se deben realizar en la vida cotidiana.
Y la de autocuidado, que son las limitaciones o dificultades para atender por sí mismo el cuidado personal, como bañarse, vestirse o tomar alimentos.
Para el INEGI, los motivos que originan una discapacidad se clasifican en 4 grupos de causas principales: nacimiento, enfermedad, accidente y edad avanzada. Al respecto, en una muestra de 100 personas con alguna discapacidad, se encontró que:
- 39 la tienen porque sufrieron alguna enfermedad.
- 23 están afectados por edad avanzada.
- 16 la adquirieron por herencia, durante el embarazo o al momento de nacer.
- 15 quedaron con lesiones a consecuencia de algún accidente.
- 8 debido a otras causas.
Para el Censo de 2020 se esperaría mayor exactitud en las cifras y datos específicos, pero ocurre todo lo contrario…
La semana pasada el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación -Conapred-, el Consejo Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad -Conadis- y organismos de la Sociedad Civil expresaron su preocupación al anteproyecto del Censo de Población y Vivienda 2020 que deja fuera del cuestionario básico a las personas con discapacidad.
En este anteproyecto del INEGI, ciegos, sordos y personas con discapacidad motriz o intelectual dejarán de contar en México. Al respecto, el INEGI sólo ha declarado que aún están en la etapa de pruebas y que no es la ideal para contabilizar a las personas con discapacidad.
Sin embargo, algo que ni las instituciones como el INEGI ni los futuros candidatos para puestos públicos de elección popular deberían olvidar, es que muchas de estas personas también tienen derecho al voto y que forman parte del padrón electoral.
Y precisamente sobre este tema, el INE emitió protocolos para que los funcionarios de casilla estén capacitados para atender a personas con alguna discapacidad.
Por ejemplo, aquellas personas con problemas en las extremidades superiores, el INE cuenta con un sello con la marca X y un cojín de tinta para que con el muñón o incluso el brazo se coloque este sello y se entinte con el cojín para poder marcar así la boleta.
Además, se diseñaron bases portaurnas que se pueden transportar y armar fácilmente para que personas de baja estatura, en silla de ruedas o adultos mayores puedan depositar su voto de manera libre y secreta.
Y para electores con ceguera o debilidad visual, pueden solicitar boletas con sistema braille. En caso de que no conozcan este sistema, pueden recurrir al voto asistido, en el cual una persona de su confianza los ayude a realizar la votación. También, pueden acudir con perro guía y no deben hacer fila para votar.
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Los datos de este periodismo de vida reflejan una gran necesidad de atender los problemas que las personas con discapacidad en México encuentran a diario. Empezando por datos certeros y censos de calidad, en lugar de querer dejarlos fuera.
Es un tema que nos atañe a todos como ciudadanos y sobre todo a los políticos, porque si no lo sabían, las personas con discapacidad son también votantes y tienen el mismo derecho que todos los mexicanos para elegir a sus gobernantes. Por eso la pregunta es: ¿qué tanto son tomados en cuenta en las plataformas políticas?
Y por eso es que también te pregunto a ti que me escuchas esta mañana: ¿Eres una persona con alguna discapacidad y te has enfrentado a esta falta de inclusión? ¿Sabes qué propuestas de los candidatos incluyen tu bienestar? Preguntas que también van dirigidas a los familiares porque puede influir mucho en su voto este próximo 1º de julio.
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