Ocurrió en el barrio Caballito de Buenos Aires, Argentina: un hombre se encontraba a bordo de su camioneta -portaba el equivalente a 13 mil dólares- cuando un asaltante se acercó a robarlo.
La reacción de la persona fue defenderse a tiros ya que el criminal portaba una granada de mano. Como resultado el asaltante fue herido con tres tiros (en el hombro, otro en la ingle y en una pierna).
Aunque la policía detuvo a este justiciero, lo dejó ir ya que los disparos se realizaron en legítima defensa.