“Yo pasé ser un muy exitoso empresario, a una gran estrella de televisión a presidente de EEUU. Creo que esto se calificaría no como inteligente, sino como genio”, afirma el mandatario en Twitter
Sus palabras, lejos de aquietar las aguas, volvieron a mostrar a Trump como un agitador. Un ser incapaz de contenerse ante los ataques y con una pobre autoestima. Algunos psiquiatras incluso han señalado que Trump, en función de sus mensajes, no está capacitado para el mando.
“La preocupación es enorme y hay que decirlo claramente. Trump es un peligro y muestra signos de violencia y atracción a la armas y a la guerra”, ha dicho Bandy Lee, una psiquiatra forense de la Escuela de Medicina de Yale y editora del libro El peligroso caso de Donald Trump, 27 psiquiatras y expertos en salud mental evalúan al presidente.
Las palabras de Lee han tenido notable repercusión en los medios estadounidenses y una docena de congresistas, todos demócratas excepto uno, la invitaron hace un mes al Capitolio a explicar sus tesis.
A estas alertas se ha sumado esta semana el polémico libro Fuego y Furia, en el que se describe al presidente como una personalidad infantil, incapaz de prestar atención a los informes, megalómano y víctima de sus impulsos. ¿Hasta dónde puede llegar el presidente?
Con información de El País