Ucrania denunció este miércoles un aumento en la escalada de la violencia por parte de Rusia, con más de cien localidades bombardeadas en las últimas 24 horas, marcando el mayor número de ataques en un solo día en 2023.
Desde el inicio de la ofensiva rusa en febrero de 2022, las fuerzas rusas han disparado millones de proyectiles de artillería contra ciudades y pueblos ucranianos cercanos al frente, causando estragos en el este del país.
El ministro ucraniano del Interior, Igor Klimenko, informó en redes sociales: «En las últimas 24 horas, el enemigo bombardeó 118 localidades en diez regiones. Este es el mayor número de ciudades y pueblos que han sido atacados desde principios de año».
Un ataque ruso a una refinería de petróleo en Kremenchuk, ubicada en el centro de Ucrania, no dejó víctimas, pero requirió la intervención de más de cien bomberos para combatir un incendio que se desató como consecuencia del ataque.
Las autoridades ucranianas y sus aliados occidentales expresan su preocupación de que Rusia intensifique los ataques contra las infraestructuras energéticas del país antes de la llegada del duro invierno, tal como ocurrió el año anterior.
Los bombardeos nocturnos resultaron en la muerte de una persona en la región de Járkov, en el noreste del país, y otra en la región de Jersón, en el sur, según informaron fuentes locales.
Además, una tercera víctima mortal y cuatro heridos fueron el resultado de un ataque ruso con un dron en Nikopol, ubicado en el sur de Ucrania.
La Fuerza Aérea ucraniana anunció que derribó 18 de los 20 drones rusos lanzados durante la noche. Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso afirmó haber derribado dos drones ucranianos en las regiones de Briansk y Kursk, que limitan con Ucrania. La situación se mantiene crítica en la región, con un incremento en la violencia y una creciente preocupación por el futuro.