El Papa Francisco celebró el domingo pasado su cumpleaños número 81 y lo hizo acompañado de una gran pizza rectangular de casi cuatro metros de largo, platillo que compartió con un grupo de niños en la sala Paul VI del Vaticano.
La vela fue encendida justo a la mitad para que el pontífice pudiera soplarla como si fuera un tradicional pastel de cumpleaños, con la ayuda de los niños que asisten a la clínica pediátrica del Vaticano, a quienes aseguró que comer la pizza los haría crecer.
Finalmente no podía faltar el toque dulce en su cumpleaños: la pastelería romana ‘Hedera Sweetness and Co.’ ofreció al Papá Francisco un pastel, decorado con un dibujo del artista callejero italiano Mauro Pallota, tambiénn conocido como Maupal.
Más tarde, en la Plaza de San Pedro se reunieron miles de niños para desearle feliz cumpleaños al Papa, que desde su ventana respondió «Muchas gracias, muchas gracias”.