Autoridades federales localizaron un túnel clandestino de aproximadamente 600 metros de longitud que conectaba a México con Estados Unidos. El paso subterráneo, ubicado en el fraccionamiento Nueva Tijuana, era utilizado por el crimen organizado para el trasiego de drogas entre Tijuana y San Diego, California.
El hallazgo fue confirmado por el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, quien detalló que el descubrimiento fue resultado de un cateo ejecutado tras labores de inteligencia que incluyeron vigilancias fijas, móviles y aéreas.
“En Tijuana, Baja California, elementos de la @SSPCMexico y de @FGRMexico, @Defensamx1 y @SEMAR_mx, en coordinación con las autoridades del estado de Baja California @GobiernoBajaCa, localizaron un túnel de aproximadamente 600 metros de longitud que conectaba a México con Estados Unidos, el cual era utilizado para el trasiego de drogas”, informó Harfuch en la red social X.
Ubicación estratégica.
El túnel fue encontrado en un predio marcado con el número 5 de la calle Gustavo Campa, en el fraccionamiento Nueva Tijuana, a menos de 200 metros del muro fronterizo. Se presume que conectaba directamente con una bodega en Otay Mesa, en el condado de San Diego.
El operativo se realizó el martes 17 de junio tras la autorización del juez federal Luis Manuel Cota Salcido, y fue resultado de una solicitud formal de cateo realizada un día antes.
Discreción y abandono.
El domicilio inspeccionado contaba únicamente con dos sellos de la FGR y una cadena en el acceso principal, sin presencia de vigilancia policial ni de elementos de seguridad adicionales al momento de la intervención.
Investigación en curso.
El túnel fue asegurado y quedó a disposición de las autoridades ministeriales para continuar con las indagatorias. Se espera que este hallazgo permita identificar a los responsables y desarticular una posible red de tráfico transfronterizo que operaba en la zona.
Este caso se suma a una larga lista de túneles descubiertos en la frontera norte del país, una práctica que los cárteles han utilizado durante años para evadir la vigilancia en los cruces fronterizos tradicionales.