La Iglesia católica prohibió a los fieles que vistan al Niño Dios de huachicolero, palabra que en últimos días ha cobrado gran relevancia por la estrategia del presidente Andrés Manuel López Obrador en contra del robo de combustible.
Esta figura, llamada el Niño Huachicolero es una modificación del tradicional Santo Niño de Atocha, al que se le suma una manguera y un pequeño galón de combustible.
Ante ello, la Iglesia aseguró que esto no puede considerarse un culto católico, sino todo lo contrario.
Esto fue avalado por Hugo Valdemar, canónigo penitenciario de la Arquidiócesis, quien aseguró que el vestir a la figura de huachicolero, aunque “pareciera algo simpático o como una muestra ingenua de devoción popular, pero en realidad es algo diabólico. Podríamos situarlo como un pecado contra el Espíritu Santo, que consiste en atribuirle las obras de Dios al demonio”.
Por esto, recordó que entre los 10 mandamientos se encuentra el de no robar, por lo que “es blasfemo pensar que Dios bendice o protege el robo. Un robo en el que además está metido el crimen organizado y está manchado de sangre y corrupción”.
Con información de El Universal