La comisión constitucional del parlamento de Suecia señaló que el gobierno minoritario de centro-izquierda nunca aplicó un confinamiento de COVID-19 y optó por las restricciones voluntarias, fracasó en varios aspectos de su gestión de la pandemia.
La instancia agregó que la administración tardó en poner en marcha un sistema de pruebas y rastreo, no protegió a los ancianos y no hubo líneas claras de responsabilidad entre las autoridades nacionales y locales.
«Está claro que Suecia no estaba suficientemente preparada antes (de la pandemia) y podemos aprender de muchos de los fallos subyacentes que se han identificado», dijo Hans Ekstrom, vicepresidente de la comisión y legislador socialdemócrata, en una vista pública.
En Suecia el número de muertes ha sido mayor que el del resto de los países nórdicos, pero menor que en la mayoría de los países europeos, donde sí aplicaron cierres estrictos.
De acuerdo con la ministra de Sanidad y Asuntos Sociales, Lena Hallengren, aunque algunas cuestiones podrían haberse gestionado mejor, la comisión no había formulado una crítica constitucional seria. «Sin embargo, hay descripciones de cuestiones que podrían haberse manejado de otra manera, y en las que se podría haber encontrado claridad más rápidamente», dijo.
Por su parte el gobierno socialdemócrata ha aceptado que no ha hecho lo suficiente para proteger a los ancianos residentes en residencias.
Con información de Reuters
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